A pesar de la magnitud de los desastres causados por el fenómeno del Niño, el gobierno de Perú se propone cumplir este año sus compromisos internacionales sobre pago de deuda y privatizaciones.
Así lo dijeron el jefe de Estado Alberto Fujimori y el presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso Juan Carlos Lam, quienes expresaron que no se piensa echar mano de los 1.700 millones de dólares destinados al pago de deuda ni tampoco a los ingresos originados por las privatizaciones.
Hasta ahora se han gastado alrededor de 200 millones de dólares y se estima que serán necesarios por lo menos otros 300 millones antes que concluya el fenómeno, para reconstruir las carreteras, puentes y áreas urbanas destruidas.
No hay una idea precisa de lo que será necesario invertir en el llamado "post Niño", cuando el Estado asuma la reubicación de las áreas urbanas asentadas en lugares donde nunca debieron estar situadas en un país como Perú, que cada seis o siete años sufre de previsibles inundaciones catastróficas.
Este año, las inundaciones en seis grandes ciudades de la costa y en varios poblados menores han dañado severamente miles de casas y puesto fuera de servicio los sistemas de agua y alcantarillado.
Miles de hectáreas cultivadas fueron afectadas por los desbordes y aluviones, que destruyeron también centenares de kilómetros de carreteras y numerosos puentes.
Las entidades científicas estiman que la alteración del clima originada por El Niño se extenderá hasta junio y que cuando concluya el fenómeno atmosférico dejará pérdidas superiores a los 2.000 millones de dólares.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), a partir de octubre pasado se observa una desaceleración de la economía, y en diciembre el porcentaje de crecimiento mensual fue de cuatro por ciento, la tasa más baja de 1997.
El INEI no difundió cifras sobre las expectativas para el presente año, pero sí las formuló la Asociación de Exportadores (ADEX), cuyo presidente, Carlos Bruce, anticipó que las exportaciones perderán su ritmo de incremento y bajarán por lo menos cinco por ciento respecto del año anterior.
"El 75 por ciento de las pérdidas originadas por El Niño se producirán en el sector agrícola, especialmente en el destinado a la exportacion", comentó Bruce.
El banco de inversiones ING Barings, especializado en la calificación de riesgo para inversiones internacionales, considera que "la calificación de riesgo de Perú cuyo rating es positivo pero obviamente vulnerable, será afectada por el fenómeno del Niño y por la crisis asiática".
Ante la certidumbre de la comunidad científica internacional de que el fenómeno proseguirá algunos meses más, y la inquietante posibilidad de que los días venideros sean peores aún, surge el problema de los recursos necesarios para atender los gastos de urgencia primero y de reconstrución después.
Además de la cuantía de los gastos extraordinarios provocados por el desastre natural, los ingresos tributarios serán menores por la caída de la producción y de las exportaciones, así como por exoneraciones impositivas en las áreas de emergencia, para favorecer su reconstrución.
El congresista opositor Fernando Olivera planteó una moratoria unilateral del pago de la deuda externa, cuyos desembolsos para este año ascienden a 1.700 millones de dólares.
Otro legislador opositor, Manuel Lajo, propuso ampliar el presupuesto para atender a los damnificados, derivando 300 millones de dólares de los ingresos previsibles generados por la venta de las empresas estatales.
En cinco años,la privatización produjo alrededor de 5.000 millones de dólares, el valor conjunto de las empresas públicas que aun falta vender se calcula en 4.300 millones de dólares y el programa de ventas de este año estima ingresos por unos 700 millones.
El economista Oscar Ugarteche propone el lanzamiento de Eurobonos similares a los emitidos por el gobierno argentino para financiar las obras de emergencia y reconstrucción frente a los desastres del Niño.
Otra propuesta es intercambiar los Bonos Brady de la clase FLIRB (en los que se honran el principal y los intereses) por Bonos Soberanos, como una forma de captar ayuda exterior para el fin específico del alivio a los problemas del Niño.
El presidente Fujimori rechazó la propuesta de suspender este año el pago de la deuda externa para atender las obras de emergencia frente a las inundaciones y aludes.
Lam aclaró que tampoco se piensa utilizar los recursos obtenidos por la privatización de empresas públicas para ayudar a la población damnificada.
"No podemos hacer eso, porque hemos firmado acuerdos con algunas entidades internacionales sobre el uso de los recursos generados por la venta de las empresas públicas", indicó.
Los convenios aludidos por Lam son los firmados con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que proponen el empleo de los recursos en reformas para modernizar la estructura estatal y productiva y admiten su uso en pago de deuda externa pero no la atención de emergencias como la generada por El Niño. (FIN/IPS/al/dg/ip-en/98)
