La primera ronda de conversaciones de paz entre Perú y Ecuador realizadas en cinco capitales americanas concluyó el fin de semana con relativos avances, excepto en lo que refiere a la aspiración ecuatoriana de navegación por el río Amazonas.
El tratado fronterizo de 1942, que sirve de base jurídica a las negociaciones, autoriza el libre paso de las naves ecuatorianas por el río Amazonas, derecho que nunca fue puesto en práctica porque Ecuador se rehusó a concluir la colocación de los hitos fronterizos en la zona de la Cordillera del Cóndor.
La disputa por el control de la vertiente oriental de esa cordillera provocó dos guerras en las últimas dos décadas, así como numerosos enfrentamientos de patrullas militares, situación potencialmente explosiva que se trata de resolver mediante negociaciones bilaterales.
En las conversaciones previas a la ronda que concluyó el viernes, Ecuador aceptó el trazo de los límites establecido por el tratado que antes impugnaba. Quedó pendiente de determinación las condiciones en que ejercitará su derecho de navegacion por el río Amazonas.
"La cuestión del tratado de comercio y navegación se perfila como el más delicado. Ambos países se limitaron a intercambiar sus puntos de vista iniciales para que sean analizados con el propósito de allanar diferencias", según un funcionario de la Cancilleria de Perú, quién pidió no ser identificado.
Por su parte, el ex canciller Javier Arias dijo que "Lima y Quito se han puesto de acuerdo sobre los procedimientos y la forma de continuar el diálogo y avanzar en el proceso de paz".
Arias admitió que en algunos asuntos concretos, como las concesiones comerciales a Ecuador en la zona peruana de la cuenca amazónica, "es un asunto en el que no se pueden esperar puntos de vista comunes desde el primer momento".
Ecuador comparte con Perú, Brasil, Colombia, Bolivia y Venezuela la selva amazónica. Su aspiración a una mayor presencia geopolítica en esa zona se expresa en su reinvidicación de libre navegacion por el gigantesco río, derecho que le reconoce el tratado fronterizo peruano-ecuatoriano de 1942.
La primera ronda de conversaciones, que concluyó el fin de semana, comenzó el martes convocada por Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, países que lograron detener la breve guerra peruano-ecuatoriana de comienzos de 1995.
Las reuniones se celebraron de forma simultánea en Buenos Aires, Brasilia, Santiago de Chile y Washington
Esos cuatro países son garantes del Protocolo de Rio de Janeiro, el tratado de límites de 1942, y su activa participación logró que representantes de Lima y Quito se sentaran en la mesa de negociaciones para resolver el diferendo en base a ese convenio.
Hasta entonces, Ecuador desconocia el Protocolo de Rio de Janeiro, al que declaraba inaplicable porque quienes trazaron en 1942 la frontera incurrieron en algunos errores de nomenclatura geográfica difíciles de resolver con la tecnología de esa época.
Las conversaciones se dividieron en cuatro asuntos. Los dos primeros son la conclusión de la delimitación pendiente (64 kilómetros en una frontera comun de 1.600 kilometros) y los derechos de navegación de Ecuador por el Amazonas.
También se negocian, por un lado, proyectos de integración y cooperacion, y, por otro, mecanismos para reforzar la confianza y la seguridad recíprocas.
Cada uno de estas cuestiones fue abordado por separado y de forma simultánea. La solucion de los tramos de delimitación inconclusa se negoció en Brasilia, mientras la navegación del Amazonas se discutió en Buenos Aires.
En Washington, donde tienen sede algunos de los organismos financieros internacionales que han anunciado su propósito de respaldar la futura integración amistosa de Perú y Ecuador, se trataron proyectos de inversión conjunta y obras de mejora de los servicios en los pasos de frontera.
La seguridad y confianza mutuas, asunto de corte netamente militar y delicado a causa de las décadas de antagonismo a ambos lados de la frontera, se abordó en Santiago de Chile y es, por su naturaleza, uno de los temas más hermeticos de la ronda.
Desde el alto el fuego en 1995, los cuatro países garantes vigilan la paz y tranquilidad de la frontera con oficiales, tropas y helicópteros, a través de la Misión de Observadores Militares Ecuador-Peru (MOMEP), reunida desde este lunes al martes en Lima.
Fuentes próximas a la MOMEP informaron que la reunión tiene el propósito de asegurar que ningún problema de índole castrense perturbe el desarrollo de las negociaciones bilaterales.
Por otro lado, en El Salvador se desarrollará entre este martes y el viernes la II Conferencia Regional sobre Medidas de Fomento de la Confianza y Seguridad entre las naciones latinoamericanas, en la cual el conflicto peruano-ecuatoriano es parte del orden del día.
La opinión publica peruana muestra un creciente optimismo sobre los resultados de las negociaciones.
A fines de enero, una encuesta efectuada por el instituto Imasen reveló que 63 por ciento de los peruanos consideraba que las negociaciones estaban estancadas, y 80,8 por ciento expresaba que "Ecuador no aceptará en su totalidad el Protocolo de Rio de Janeiro".
Alrededor de 79 por ciento consideraba entonces que conceder a Ecuador libre acceso al río Amazonas no pondría fin al riesgo de conflicto bélico, y 51 por ciento opinaba que el gobierno de Perú se comportaba con debilidad en las negociaciones.
Esta actitud descansaba, al parecer, en objeciones formuladas por algunos adversarios politicos del presidente Alberto Fujimori, que lo acusan de dar concesiones excesivas y sostienen que no se debe conceder a Ecuador derecho a comerciar en ríos amazónicos, y menos a autorizarlo a instalar un puerto franco.
En 1995, pocos meses después de concluida la guerra y cuando se preparaban las negociaciones de paz, Fujimori expresó que si Ecuador reconocía los límites señalados por el Protocolo de Rio podría ejercer su derecho de navegacion por el Amazonas, y sugirió la posibilidad de conceder un puerto franco en ese río.
Todavía no fue divulgada la propuesta oficial peruana al rspecto, pero se considera que esas declaraciones de Fujimori contienen el germen de la propuesta que podría ser aceptada.
Una nueva encuesta, efectuada por el instituto privado Apoyo SA el fin de semana, reveló una tendencia cada vez más optimista sobre el problema e indicios de aprobacion a la gestión de Lima al respecto.
Todavía 55 por ciento de los peruanos cree lejana una solución definitiva, pero 35 por ciento estima que está cerca y 53 por ciento considera que Perú "está haciendo las concesiones necesarias" en las negociaciones bilaterales. (FIN/IPS/al/mj/ip/98