Cientos de estudiantes palestinos marcharon hoy por las calles de esta ciudad bíblica en apoyo del pueblo iraquí, mientras el brazo armado del grupo radical Hamas amenazó con atentados en Israel si Estados Unidos ataca a Iraq.
Los estudiantes, algunos de tan sólo 12 años, marcharon desde tres escuelas secundarias hasta la Universidad de Belén cantando "Oh Saddam, oh amigo, ataca Tel Aviv" y "Oh Saddam, oh amigo, atácala con armas químicas".
Luego, los escolares y universitarios continuaron hacia la Tumba de Raquel, un lugar sagrado para los judíos custodiado por soldados israelíes.
La marcha, organizada por estudiantes partidarios de Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica) y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, que rechaza los acuerdos de paz con Israel, se realizó en desafío de una prohibición de la Autoridad Nacional Palestina.
"Israel no quiere la paz", afirmó Wa'el, un manifestante de 18 años. "Si tuviera intenciones de cumplir los acuerdos de paz, lo haría. Como no lo hace, Saddam debería atacar Tel Aviv", opinó el estudiante, quien se negó a dar su apellido, al igual que el resto de los manifestantes.
Mientras, Izzedin al-Qassam, el brazo armado de Hamas que cometió la mayoría de los atentados suicidas en Israel, distribuyó panfletos en la cercana ciudad de Ramallah en los que amenaza con tomar represalias en ciudades israelíes si Estados Unidos ataca a Iraq.
Esta última manifestación de furia palestina refleja la frustración popular ante el estancamiento del proceso de paz de Medio Oriente y la percepción de que la política de Estados Unidos en la región promueve una doble moral que perjudica a los pueblos árabes, según analistas.
"Los palestinos están frustrados por la falta de progreso del proceso de paz, que interpretan como resultado de la terquedad israelí y del respaldo de Estados Unidos a Israel", dijo Ghassan Khatib, director del Centro de Medios y Comunicaciones de Jerusalén, un gabinete de estrategia palestino.
"Esta frustración contribuye a la actitud manifestada hacia la crisis entre Estados Unidos e Iraq", explicó Khatib.
Además, los palestinos consideran parcial la política de Washington, que quiere castigar militarmente a Iraq por no acatar las resoluciones de la ONU pero no hace lo mismo con Israel, al que desde hace años intenta convencer con delicadeza diplomática de que se retire de los territorios palestinos ocupados.
Tales sentimientos explican los resultados de una reciente encuesta de opinión de 1.188 palestinos, la cual reveló que 80,5 por ciento considera que Estados Unidos tiene una política para los árabes y otra para los israelíes, señaló Khatib.
Por los mismos motivos, 77,2 por ciento de los encuestados se manifestaron favorables a un ataque de Iraq contra Tel Aviv en caso de que Estados Unidos y sus aliados ataquen Bagdad. Sólo 15,7 declararon estar en contra.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, utilizó las encuestas y las manifestaciones proiraquíes como prueba de que los palestinos no están comprometidos con el proceso de paz.
Además, la quema de banderas de Israel y las exhortaciones a atacar Tel Aviv por parte de palestinos aumentaron la desconfianza.
La Autoridad Nacional Palestina, sensible a la opinión de Israel y tomando en cuenta su propia dependencia de la buena voluntad de Washington y Tel Aviv, intentó impedir las manifestaciones.
El jefe de policía, Ghazi Jabali, prohibió toda demostración proiraquí e instruyó a sus subordinados para que impidan que manifestantes palestinos arrojen piedras a soldados israelíes.
Mientras, el presidente palestino Yasser Arafat declaró que no le gustaría que cayeran misiles sobre Tel Aviv, del mismo modo que no le gustaría que cayeran sobre Bagdad.
Sin embargo, la postura oficial parece muy distante de los palestinos comunes, quienes ven un vínculo, aunque tenue, entre posibles ataques de Iraq contra Tel Aviv y la incapacidad de Israel de continuar ocupando parte de Cisjordania.
"Seríamos libres. Israel ya no podría ocupar nuestra tierra", dijo una estudiante de 16 años. (FIN/IPS/tra-en/dh/pd/ml/ip/98