A 64 años del asesinato de Augusto César Sandino, legendario luchador contra la intervención de Estados Unidos en Nicaragua, aún continúa sin develarse dónde se encuentran sus restos.
El 21 de febrero de 1934, luego de cenar en la Casa Presidencial, Sandino fue capturado por la desaparecida Guardia Nacional y ejecutado por orden del general Anastasio Somoza García, en complicidad con el embajador de Estados Unidos, Arthur Bliss Lane.
Su cadáver fue sepultado, junto al de varios de sus subordinados, en una fosa común de la vieja Managua y desde entonces su localización ha sido un misterio.
"En realidad, nadie sabe a ciencia cierta dónde están y encontrarlos se hace cada día más difícil, ya que la Managua de entonces nada tiene que ver con la de ahora", dijo a IPS la directora del Instituto de Historia, Margarita Vannini.
El historiador Roberto Cajina, autor de varias obras sobre Sandino, dijo que su localización resultará cada vez más difícil, ya que los recuerdos se tornan borrosos, mueren los testigos y la ciudad va perdiendo su fisonomía. Recordó, además, que el gobierno sandinista ya fracasó en este intento.
En febrero de 1980 el gobierno sandinista comenzó la búsqueda con la ayuda del testimonio de uno de los cómplices de su asesinato, el ex oficial somocista Abelardo Cuadra Vega. Los trabajos se centraron en un área de 600 metros cuadrados, cerca de donde estuvo el campamento militar estadounidense La Aviación.
El misterio dio pie a una leyenda popular según la cual Somoza García ordenó a su hijo Luis a comienzos de los años 40 que desenterrara los restos de Sandino, los incinerara y luego esparciera sus cenizas por todo el territorio nacional.
Otra versión asegura que los restos de Sandino fueron desenterrados y lanzados desde un avión al lago de Managua.
Vannini indicó que era muy difícil precisar el lugar donde fue sepultado Sandino porque en ese entonces la capital nicaragüense era una ciudad despoblada y, además, el terremoto de 1972 cambió su fisonomía.
En 1940, Managua tenían unos 120.000 habitantes y recién se comenzaba a recuperar del terremoto de 1931. En la actualidad residen más de un millón de personas y muchos lugares de referencia han desaparecido debido al crecimiento urbano.
Vannini, quien estuvo al frente del desaparecido Instituto de Estudios del Sandinismo, dijo que lo importante no es encontrar los restos de Sandino sino continuar el estudio de su pensamiento y de su gesta antiintervencionista, que tienen vigencia en la Nicaragua de hoy.
Como ejemplo mencionó su concepción de la paz, las cooperativas agrícolas y, sobre todo, los valores morales y éticos.
Durante su lucha contra las fuerzas intervencionistas de Estados Unidos, desde 1926 hasta 1933, Sandino promovió la cooperativización de la tierra, fomentó la educación de los adultos de su ejército campesino y castigó duramente los abusos contra los civiles.
En términos militares, su gesta guerrillera obligó a los infantes de marina estadounidenses a retirarse del país centroamericano en 1933.
En la actualidad, en las escuelas públicas y privadas no se promueve el estudio de la gesta de Sandino, debido al escaso interés demostrado por las autoridades educativas, afirmó Vannini, quien recordó que durante el gobierno sandinista esto se estimulaba desde el Estado.
"El Frente Sandinista intentó encajonar a Sandino en el esquema marxista y fue un error. El es un punto de referencia, sintetiza los valores a los que todos deberíamos aspirar", sostuvo Vannini. (FIN/IPS/rf/dm-ag/ip/98