Más de 14.000 hectáreas de bosques y pastizales de México fueron arrasados en menos de 30 días por incendios. La amplia zona devastada es apenas una pequeña muestra de lo que se espera para este año, advirtieron las autoridades.
Desde fines de enero a la fecha se registraron en promedio 45 incendios por día. La previsión oficial es que entre abril y mayo, meses de mayor sequía, el promedio suba a 250.
Las condiciones atípicas de clima ocasionadas por el fenómeno meteorológico del Niño, como excesiva sequedad, temperaturas superiores a 30 grados centígrados y fuertes vientos, unidas al descuido de quienes prenden fuego, mantienen a las autoridades en alerta.
"Este será un año difícil. Se adelantó la temporada de incendios y creemos que aún no hemos visto lo peor", dijo a IPS Oscar Cedeño, director de Protección Forestal de la Secretaría (ministerio) de Medio Ambiente.
En 11 de los 32 estados del país los bomberos y las brigadas especiales de voluntarios tuvieron intenso trabajo las últimas semanas. Este lunes se mantenían fuera de control dos incendios en los bosques del estado de central de Michocán.
El clima está trastornado con el fenómeno del Niño, pues la época de sequía se adelantó y los meteorólogos dicen que el segundo trimestre podría ser aún más seco que en otros años, dijo Cedeño.
Alrededor de 107.000 hectáreas de bosques y pastizales se destruyeron en 1997 a causa de los incendios, mientras que en 1996 la extensión fue de 248.000 hectáreas.
"Hemos mejorado en los programas de prevención", pero el clima es hoy más severo por lo que podrían repetirse las estadísticas de 1996, indicó el funcionario.
Tradicionalmente abril y mayo son los meses donde más incendios se reportan en México.
Especies únicas en el mundo como la mariposa Monarca, así como venados y conejos, ya fueron afectados por los últimos incendios, según las autoridades.
Esta variedad de mariposa, que cada año vuela miles de kilómetros de Canadá a México, adelantó su viaje migratorio a los bosques del norte por el humo y la cercanía de las llamas, de acuerdo con estudios oficiales.
El fuego arrasó casi seis millones de hectáreas de las zonas boscosas mexicanas en los últimos 26 años, indicó la Secretaría de Medio Ambiente.
"Es muy difícil tener una idea del impacto efectivo de los incendios, pues además de madera se destruye biodiversidad. Hay pérdidas en captación de agua y aumentan las emisiones de dióxido de carbono", declaró Víctor Villalobos, subscretario (viceministro) de esa cartera.
Junto con Brasil, Colombia, Indonesia, China y Australia, México es uno de los países con mayor riqueza de flora y fauna del planeta. México posee 10 por ciento de las especies conocidas y 40 por ciento de su flora y fauna es endémica.
Las autoridades indican que los incendios tienen origen en el calor y la sequedad, pero también son provocados por campesinos pobres que tienen la esperanza de que se les adjudiquen nuevas propiedades para cultivo o por irresponsables excursionistas que no miden el peligro de prender fogatas.
Cada año desaparecen en México por tala, quema y extensión de zonas urbanas y agrícolas entre 300.000 y 700.000 hectáreas de bosques, uno de los más rápidos ritmos de deforestación del planeta.
Para enfrentar los incendios, las autoridades dictaron nuevas leyes e inauguraron en 1997 un programa que apela a 34.000 brigadistas y fondos de cerca de ocho millones de dólares.
Quienes no prevengan los incendios o se nieguen a ayudar a combatirlos deben pagar multas de entre 300 y 30.000 dólares, mientras quienes los provoquen de manera dolosa serán encarcelados hasta por seis años, estipulan las nuevas normas.
Sin embargo, las leyes y la brigadas no son suficientes hoy, reconocen las autoridades. El clima y la negligencia mantiene en peligro a miles de hectáreas de bosque, muchas de las cuales tardarían un siglo en recuperarse si llegan a ser afectadas por un incendio. (FIN/IPS/dc/mj/en/98