El gobierno de México puso bajo investigación las actividades de la secta Moon, luego que el diario The Washington Times, perteneciente a ese grupo, publicó un reportaje en el que vincula al secretario de Gobernación (Interior), Francisco Labastida, con el narcotráfico.
La secta, también conocida como Iglesia de la Unificación, podría tener algún interés en perjudicar al gobierno en momentos que éste establece con Washington una estrecha relación en materia de lucha contra el narcotráfico, dijeron las autoridades.
Se estudiará con detalle las actividades de "los Moonies" y analizará la posibilidad de presentar una demanda judicial por difamación contra The Washington Times, indicaron.
Es sospechoso que se presenten denuncias infundadas sobre el tema del narcotráfico justo en momentos que Estados Unidos y México presentan una estrategia bilateral antidrogas, coincidieron en señalar la cancillería, la procuraduría y el mismo Labastida.
"No vale utilizar una acción de este tipo para tratar de desviar el esfuerzo serio de colaboración entre nuestros gobiernos", dijo este viernes la canciller Rosario Green, al presentar el plan binacional contra el narcotráfico.
En el reportaje de The Washington Times, publicado el pasado jueves en primer plana, se cita un supuesto documento secreto de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos según el cual que Labastida favoreció las mafias cuando años atrás fue gobernador del estado de Sinaloa.
Para el analista de temas religiosos Hugo Elizalde, las acusaciones contra Labastida de parte de la secta Moon, dirigida por el coreano Sun Myung Moon, uno de los hombres más ricos del mundo, se inscribe en su alineamiento con los sectores conservadores de Estados Unidos.
Moon quiere afianzarse política y económicamente con este tipo de actitudes similares a las adoptadas por la derecha estadounidense, señaló.
La secta, cuyos miembros realizan acciones periódicas de propaganda en diversos puntos de México, ha tenido dificultades para recibir registro y permiso oficial para trabajar de parte del gobierno de Ernesto Zedillo.
Sin embargo, ha logrado sumar varios adeptos gracias a campañas de inscripción desarrolldas especialmente en la capital, donde a cambio de una firma se entrega el diploma de "hermandad mundial" o el "sagrado certificado de bendición matrimonial".
El secretario de Gobernación reveló que la secta, cuyos principios dicen basarse en el Antiguo Testamento cristiano, tiene además presencia en comunidades del estado sureño de Chiapas.
En una mezcla de religión, anticomunismo, negocios y mesianismo, la secta, creada en los años 50, maneja actualmente un imperio económico conformado por unas 160 sociedades multinacionales con ingresos suficientes para ser considerado entre los 50 capitales privados más grandes del mundo.
En América Latina tiene presencia en varios países, especialmente en Uruguay y Argentina. Además es dueña de varios medios de comunicación, entre ellos Tiempos del Mundo, un periódico de circulación regional.
En México, la secta Moon intentó años atrás comprar una empresa que edita periódicos y revistas. Además, se conoce que buscó financiar al Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), una agrupación política que no cuenta con registro oficial.
"La ambición de este grupo, más allá de sus colores religiosos, es vincularse e influir en la política y la economía", expresó Carlos Guzmán, dirigente que del PARM, luego de denunciar las propuestas que le presentó la secta.
Según el ideario de Moon, quien se considera un mesías, el mundo debería ser gobernador por una teocracia.
"Mi sueño es organizar un partido político en el que se incluyan todas las corrientes y podamos abarcar al mundo religioso con un brazo y el mundo político con otro", señala Moon en su libro "El Maestro habla".
Por lo pronto, la tarea de Moon en México parece harto difícil, pues a raíz del reportaje de The Washington Times el gobierno de Zedillo puso bajo lupa a la secta y reconoció que tiene serias dudas sobre sus intenciones. (FIN/IPS/dc/dg/cr-ip/98)