La Corte Internacional de Justicia resolvió hoy, contra argumentos de Gran Bretaña y Estados Unidos, que puede emitir juicio en el caso de dos libios sospechosos de colocar una bomba en un avión de Pan Am caído en la localidad escosesa de Lockerbie en 1988.
Las Corte decidió que puede actuar en el caso planteado por Libia en 1992, disputando la legalidad de las sanciones diplomáticas y contra la aviación y las armas impuestas a Trípoli en 1992, después que se negara a extraditar a los dos hombres a Escocia o Estados Unidos.
Libia afirma que la convención sobre aviación civil de Montreal de 1971 le otorga el derecho a juzgar a ambos hombres.
En 1992, Trípoli pidió a la Corte Internacional de Justicia que sancionara como legal dentro de la ley internacional su decisión de no extraditar a los hombres, y por lo tanto declarara ilegales las sanciones.
Estados Unidos y Gran Bretaña alegan que la bomba violó leyes escocesas y estadounidenses y que los hombres deben comparecer en la corte en alguno de los dos países.
Libia insiste en que los dos sospechosos, Abdel-Basset al- Megrahi y Al-Amin Khalifa Fhimah, no recibirían un juicio justo en Escocia o Estados Unidos. Ambos sospechosos dicen ser inocentes.
Ahora la Corte afirma que puede considerar el caso libio. Washington había alegado que la Corte, el mayor órgano judicial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), no tiene poder de anular una decisión del Consejo de Seguridad y no debe involucrarse.
El presidente y el vicepresidente de la Corte, un estadounidense y un británico, se retiraron del proceso debido a la participación de sus países en la disputa.
La Corte define sus fallos de asesoría según los tratados y convenciones internacionales en vigor, el derecho consuetudinario internacional, los principios generales de la ley, y, como medio subsidiario, las decisiones judiciales y las enseñanzas de los expertos más calificados.
El órgano confía en el cumplimiento voluntario de sus decisiones.
El fallo de este viernes, sobre "Cuestiones de interpretación y aplicación de la Convención de Montreal de 1971 a partir del incidente aéreo en Lockerbie", podría llevar a un rápido levantamiento de las sanciones.
Pero la decisión no acerca el juicio real por el ataque, aunque podría favorecer la aceptación de la oferta de Libia a dejar a un lado sus derechos a juzgar a los dos hombres en su territorio, si el proceso se lleva a cabo en un país neutral.
En noviembre el presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, intentó mediar en la disputa, visitando dos veces al presidente libio Muammar Qaddafi, a pesar de las objeciones de Washington.
Mandela y la Organización de la Unidad Africana respaldan una oferta de Libia para permitir que los sospechosos sean juzgados en La Haya, pero Estados Unidos y Gran Bretaña rechazan la propuesta.
El argumento del gobierno británico fue impulsado en diciembre cuando expertos legales de la ONU examinaron el caso y concluyeron que ambos libios recibirían un juicio justo en Escocia.
Una opción es un juicio en La Haya, según propuso Qaddafi, pero bajo la ley escosesa, como requiere Gran Bretaña. Escocia tiene su propio sistema legal.
La mayoría de los familiares británicos aceptaron la idea de un juicio en un tercer país neutro, pero muchos familiares estadounidenses quieren que los sospechosos sean juzgados en Gran Bretaña o Estados Unidos.
Libia pretende que sus recientes medidas para combatir el terrorismo sean consideradas como cumplimiento de las demandas de la ONU.
Pero Londres y Washington, que tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad de 15 miembros de la ONU, afirman que Libia sólo ganará el levantamiento de las sanciones una vez que entregue a los sospechosos.
Sin embargo, las sanciones contra Libia ya se están suavizando. El año pasado, la Liga Arabe decidió suspender el cumplimiento de las sanciones, en particular las que permiten a líderes libios viajar hacia y desde sus países y participar en conferencias regionales.
Además, permitió a los libios derechos de viaje por peregrinaciones religiosas.
Una bomba en una maleta destruyó el Boeing 747 de Pan Am minutos después del despeque, matando a 259 personas a bordo y a 11 personas en tierra al desintegrarse y chocar contra la villa de Lockerbie, en el sur de Escocia.
Hay diferentes teorías sobre quién es responsable. Gran Bretaña y Estados Unidos acusan a Libia, pero algunos periodistas y expertos en terrorismo hablan de una conección siria y/o iraquí, y sugieren que el atentado fue un acto de venganza por el ataque a un avión iraní por el Vincennes de Estados Unidos en 1987. (FIN/IPS/tra-en/ad/aw/lp/ip/98