La repatriación voluntaria de unos 480.000 liberianos refugiados en distintos países de Africa occidental corre riesgo debido al incumplimiento de las promesas de organizaciones donantes.
La comunidad internacional prometió 70 millones de dólares para la reconstrucción de Liberia y sus elecciones generales, celebradas el pasado julio, señaló Kassim Diagne, funcionario de información sobre Africa occidental del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Cuarenta millones de dólares de la cifra prometida estaban destinados a respaldar un programa que ACNUR lanzó el 28 de enero para reintegrar a los refugiados a la sociedad.
"Ahora estamos trabajando con los fondos de emergencia mientras esperamos que las agencias donantes cumplan con sus promesas", declaró Diagne a IPS.
Debido al retraso, ACNUR y otros organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que participan del programa de repatriación voluntaria lanzaron un llamado para recaudar fondos entre diversas agencias internacionales.
Kalunga Lutato, funcionario adjunto de ACNUR en Liberia, informó que la agencia está buscando la forma de asistir a los repatriados cuando vuelvan al país.
"No vamos a esperar hasta que el gobierno y aquellos a quienes corresponda implementen las estructuras necesarias para satisfacer las necesidades de los repatriados", aseguró Lutato.
"Emplearemos los medios limitados que tenemos a nuestro alcance para ayudarlos a que se reintegren a la vida económica y social del país", añadió.
Unas 700.000 personas se convirtieron en refugiadas durante la guerra civil que afectó a Liberia entre 1989 y 1996, según ACNUR. Muchos volvieron al país por sus propios medios luego del desarme y repliegue de integrantes de ambos bandos en 1997, lo que redujo el número de expatriados a 480.000.
En septiembre, ACNUR anunció que comenzaría a repatriar a los refugiados ante los cambios positivos que ocurrieron en Liberia.
El programa de un año, cuya finalización está prevista para diciembre, requiere que los refugiados dispuestos a volver al país se registren ante ACNUR en Guinea, Costa de Marfil, Ghana, Sierra Leona y Nigeria, sus países de actual residencia.
Hasta el momento, señaló Diagne, se registraron unos 30.000 refugiados a los que ACNUR ofrece transporte y una canasta de repatriación de seis kilogramos de cereal y tres cuartos de litro de aceite por persona. Antes de partir, cada familia también recibe una batería de cocina, dos frazadas y dos esteras.
En Costa de Marfil, donde ACNUR estima que existen unos 210.000 refugiados, la partida el 26 de enero del primer grupo de 450 liberianos se realizó entre una mezcla de lágrimas y alegría.
"Mi casa fue destruida durante la guerra, pero estoy vivo y espero construir otra a la vuelta. La vida como refugiado fue toda una experiencia. Estoy contento de volver a mi país, finalmente", dijo Tapei Tah.
Pero no todos los refugiados están preparados para partir. Algunos dijeron que temen por sus vidas si retornan a Liberia, y otros manifestaron que no tienen nada por qué volver.
"No voy a partir ahora. Tengo mucho miedo porque la gente va a seguir ajustando cuentas personales durante un tiempo. Esperaré un poco más", declaró a IPS Mary Goma, instructora de danza.
Goma declaró que fue violada varias veces por los rebeldes mientras intentaba huir de la guerra. "Fue con la ayuda de Dios que sobreviví y luego pude abandonar el país. Otros que no pasaron por experiencias similares deberían ser los primeros en partir, nosotros seguiremos después", añadió.
El conflicto destruyó parte de la infraestructura eléctrica, hídrica y de saneamiento, así como otros servicios esenciales del diminuto país cuya población anterior a la guerra ascendía a tres millones. Pero, incluso antes de la guerra, la economía de Liberia no se destacaba por su prosperidad.
En 1983, el producto interno bruto tuvo un crecimiento negativo de dos por ciento y el país fue incluido dentro del grupo de los países menos desarrollados del mundo, a pesar de que cuenta con recursos naturales como caucho y varios minerales.
La reconstrucción del país necesita grandes inyecciones de capital, pero Lutato aseguró que su mayor capital radica en el pueblo liberiano.
"Sin el pueblo, no se puede reconstruir el país. Es por ello que incluimos a todos los dirigentes de opinión en el proyecto de repatriación", declaró. (FIN/IPS/tra-en/md/pm/mk/aq/pr/98