Kofi Annan logró hoy el triunfo más importante en el año que lleva como secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al obtener el compromiso de Iraq de abrir todos sus arsenales a la inspección internacional.
El desenlace de la misión de Annan permitió tanto a Estados Unidos como al gobierno iraquí a proclamar victoria en el conflicto que los enfrenta desde hace cuatro meses y que parecía anunciar la guerra.
Washington afirmó haber obligado a Bagdad a rendirse ante la amenaza de la fuerza, al firmar un acuerdo con Annan que permite la plena actividad de los inspectores de armas de la ONU.
Pero el gobierno de Saddam Hussein también se declaró triunfante y los iraquíes se volcaron en masa a las calles para celebrar una superación del estancamiento diplomático que, según se interpretó en Bagdad, tomó a Estados Unidos con la guardia baja.
El pacto, firmado por Annan y el viceprimer ministro iraquí Tariq Aziz, fue recibido con expectativa en la ONU, donde se considera que el esfuerzo por una solución pacífica realizado por Francia, Rusia, países árabes y miembros del Movimiento de no Alineados, ha acabado con la perspectiva de un ataque de Estados Unidos a Iraq.
Antes de la entrevista de tres horas que Annan mantuvo el domingo con Saddam Hussein, muchos funcionarios de la ONU creían inevitable la guerra, dado que Estados Unidos ya había destinado 30.000 soldados al Golfo.
El acuerdo, que será presentado el martes por Annan al Consejo de Seguridad de la ONU, tiene asegurado un fuerte apoyo, según fuentes diplomáticas, aún cuando este fin de semana, Washington se reservó el derecho de rechazar el resultado de la misión del secretario general.
El presidente estadounidense Bill Clinton admitió este lunes, tras consultar a funcionarios de seguridad nacional, que, si bien su gobierno aguarda aclaraciones de Annan, el compromiso obtenido de Bagdad satisface las exigencias de Estados Unidos en materia de inspección de armas de destrucción masiva.
Clinton destacó en particular que, por primera vez desde 1991, cuando aceptó que la Comisión Especial de la UNO (Unscom) controlara la eliminación de sus armas biológicas, químicas y nucleares y de sus misiles de largo alcance, Iraq se compromete a permitir el ingreso de los inspectores en todos los sitios sospechosos de albergar ese tipo de armamento.
"Si es plenamente implementado, este compromiso permitirá a la Unscom completar su misión", dijo Clinton. (sigue