El presidente de la comisión de inspección de la ONU que debe verificar la destrucción de armas de Iraq defendió hoy el acuerdo entre el foro mundial y Bagdad, que a su juicio es un paso adelante para la labor de su equipo.
Varios políticos estadounidenses, incluso el líder del bloque mayoritario del Senado, el republicano Trent Lott, declararon esta semana que el acuerdo debilita la autoridad de los inspectores de armas de la Comisión Especial de las Naciones Unidas (UNSCOM), y de su presidente ejecutivo, Richard Butler.
Pero Butler declaró a la prensa este jueves que el convenio, firmado el lunes en Bagdad por el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan, y el viceprimer ministro de Iraq, Tariq Aziz, cuenta con su aprobación y que reforzará la labor de la UNSCOM.
El acuerdo no sólo establece que la UNSCOM tendrá "acceso inmediato, incondicional e irrestricto" a los sitios que se sospecha contienen armas, sino que fue negociado "en un elevado ámbito político", dijo Butler.
Butler destacó la participación personal del presidente iraquí Saddam Hussein, quien se reunió con Annan el domingo, en la negociación del "memorando de entendimiento" que se firmó el día siguiente.
En diciembre, señaló Butler, Aziz le informó que la UNSCOM no tendría acceso a ocho palacios presidenciales iraquíes, con más de mil edificios. Esta declaración provocó una crisis política y la concentración de más de 25.000 soldados de Estados Unidos en el Golfo, en preparación de un ataque contra Iraq.
El compromiso obtenido por Annan del gobierno iraquí abre esos sitios a la inspección, destacó Butler.
Estados Unidos, que aceptó el acuerdo en principio, manifestó no obstante reservas, pues la inspección de esos sitios estará a cargo de un grupo especial integrado no sólo por técnicos de la UNSCOMsino también por diplomáticos y representantes de la Agencia Internacional de Energía Atómica.
Ese grupo se regirá por "procedimientos específicos que serán elaborados de acuerdo con la naturaleza especial de los sitios presidenciales", expresa el memorando.
Este jueves, Annan designó presidente del grupo especial de la UNSCOM a Jayantha Dhanapala, un diplomático de Sri Lanka elegido el mes pasado para desempeñarse como subsecretario general de Desarme.
Dhanapala tomará medidas para crear el grupo especial y realizar las inspecciones necesarias, explicó el portavoz de la ONU Fred Eckhard.
La elección del diplomático de Sri Lanka sorprendió a algunos funcionarios, que se preguntan cómo se compartirá la autoridad entre Dhanapala y Butler.
Dhanapala estará al frente de la inspección de los sitios presidenciales, pero, según el acuerdo, informará al Consejo de Seguridad de la ONU a través de Butler.
"La UNSCOM analizará los ocho sitios. Las previsiones en materia de autoridad e información (al Consejo) son claras y las encuentro totalmente satisfactorias", declaró Butler.
Aunque el presidente estadounidense Bill Clinton considera aceptable el acuerdo de Annan y Aziz, otros sostienen en Estados Unidos que no es claro ni satisfactorio.
El editorial de este jueves del diario The Washington Post criticó el acuerdo, por permitir que la inspección de los edificios en disputa tenga participación de "una nueva burocracia dirigida por un comisionado que informará a Annan o a un representante político por él nombrado".
Varios medios de prensa creen que el diplomático argelino Lakhdar Brahimi podría aceptar la misión de enviado político de la ONU a Bagdad.
Pero Butler negó que el pacto Anna-Aziz agregue elementos burocráticos u obstruya la inspección. "Estamos preparados para hacer nuestra labor", señaló y aseguró que la investigación de los sitios presidenciales se realizará lo antes posible.
Lott y el influyente senador derechista Jesse Helms exhortaron al gobierno de Clinton a rechazar el acuerdo y cuestionaron el derecho de Annan de negociar con Saddam Hussein.
"No entiendo por qué la administración de Clinton otorga su confianza a alguien (como Annan) que entabla una relación 'humana' con un asesino en masa" (Saddam Hussein), dijo Lott el miércoles.
"Las críticas contra nosotros no son inesperadas", expresó Annan, en un mensaje al personal de la ONU. Pero, "la alternativa del acuerdo sería el final de la labor de la UNSCOM", advirtió. (FIN/IPS/tra-en/fah/aq-ff/ip/98