El Vaticano despliega una intensa actividad diplomática en todos los frentes a través de los más variados canales públicos, privados y secretos para impedir un nuevo ataque militar de Estados Unidos contra Iraq.
Los representantes del papa Juan Pablo II desarrollan con ese fin contactos permanentes con Estados Unidos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e Iraq.
El Vaticano su posición contraria a otra guerra en el Golfo a través de su secretario de Estado, cardenal Angelo Sodano, quien se refirió al conflicto por primera vez desde que comenzó en una amplia entrevista publicada este martes.
Sodano reclamó a "todas las partes" que "no renuncien al diálogo y ni interrumpan las negociaciones". A juicio del Vaticano, una intervención armada "no resolvería la crisis, sino que genera el riesgo de ampliar el conflicto y agravar las difíciles condiciones del pueblo iraquí".
El Papa considera que aún existe espacio para la negociación, agregó el secretario de Estado. "Nuestra diplomacia trabaja constantemente para llegar a una solución pacífica y evitar un bombardeo estadounidense", dijo.
"Estamos trabajando sin cesar. Tenemos contactos permanentes con la embajada de Estados Unidos en el Vaticano y estamos también en estrecho contacto con nuestra nunciatura en Washington y con nuestros representantes ante la ONU", explicó.
"No es con un conflicto armado que se resuelve esta gravísima crisis, pues un conflicto no hará sino crear otros aun mas graves", es, según Sodano, es concepto que transmiten todos los representantes del Vaticano en sus gestiones diplomáticas.
El funcionario precisó que la iglesia es contraria a la intervención militar "no solo por motivos humanitarios, lo cual es obvio, sino también por motivos políticos porque, y repito palabras del Papa, no es con una acción militar que se resuelven los conflictos", declaró.
Sodano recordó que el papa Juan Pablo II formuló un llamamiento muy claro en el Angelus del 8 de febrero, cuando manifestó su rechazo a una eventual intervención armada y postuló que se privilegie la vía del diálogo y de la diplomacia y la promoción de la paz.
El secretario de Estado informó que el Vaticano también está dialogando con Bagdad a través del nuncio en Iraq, monseñor Giuseppe Lazzarotto. "Nosotros, a diferencia de otros Estados, no hemos roto jamás las relaciones diplomáticas con Iraq", explicó.
Lazzarotto "nos informa constantemente del drama de esta pobre población que sufre", dijo Sodano. Las gestiones del secretario general de la ONU, Kofi Annan, permitirán percibir "si existe la posibilidad de un acuerdo, de una solución pacífica", agregó.
Cerca de un millón de los 20 millones de iraquíes son cristianos, 80 por ciento de ellos católicos, la mayoría del rito caldeo y la minoría del rito latino.
Los de rito caldeo son representados por el Patriarca de Babilonia, Raphael Bidawid, con quien Sodano dijo mantener "un contacto estrecho y un canal privilegiado".
Los caldeos proceden de un pueblo semítico que se estableció en la baja Mesopotamia, con su capital Babilonia, en los siglos VII y VI de la era cristiana.
Sodano reiteró la oposición del Vaticano al bloqueo. "La historia demuestra que los que sufren son siempre los niños, los viejos, los pobres, la parte mas débil de la población", pero el embargo "no golpea, por cierto, a la clase dirigente", lo cual "también" ocurre en Cuba, dijo.
El embajador del Vaticano en la ONU, monseñor Renato Martino, expresó que el Papa había solicitado a Annan dirigirse a Bagdad porque está "profundamente preocupado ante la gravedad de la situación y el real peligro de una guerra".
Martino informó en una entrevista a Radio Vaticana que el Papa había recibido de numerosas partes peticiones para que interviniera en esta grave crisis.
El patriarca Bidawid formuló también un llamamiento al pueblo estadounidense a través de la agencia de prensa del Vaticano destinada a sus misiones en el mundo, Fides, con el fin de que "presione a su gobierno para que no ataque mi pueblo".
Un ataque de este tipo, "no haría honor a una gran nación como lo es Estados Unidos", declaró el sacerdote del rito caldeo. (FIN/IPS/jp/mj/ip/98