El acuerdo alcanzado entre el secretario general de la ONU, Kofi Annan, e Iraq, establece que un grupo especial de diplomáticos estará presente en la inspección de ocho sitios presidenciales a los que Bagdad no permitió el acceso de la Comisión Especial de las Naciones Unidas (UNSCOM).
El acuerdo de Annan establece que ocho grandes sitios iraquíes ya no estarán bajo la jurisdicción exclusiva de la UNSCOM que, desde 1991, procura eliminar las posibles armas biológicas, químicas y nucleares de Iraq.
Los diplomáticos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) que inspeccionarán los sitios, uno de los cuales cubre más de 700 edificios y otro tiene una superficie de casi 26 kilómetros cuadrados, serán elegidos y dirigidos por el propio Annan.
Algunos pensarán que la decisión otorga cierto peso a la acusación de Bagdad de que los equipos de la UNSCOM están dominados por funcionarios "parciales" de Estados Unidos y Gran Bretaña que suministran información sensible a sectores de la inteligencia estadounidense.
UNSCOM niega las acusaciones y replica que desarrolló procedimientos especiales para asegurar que la información sensible no se filtre de los funcionarios de la ONU.
"Toda información obtenida en el curso de la labor (de los inspectores) es propiedad de la ONU y sólo puede proporcionarse a otras fuentes con el permiso del foro mundial", declaró a IPS el ex inspector de la UNSCOM, Tim Trevan.
El texto que trascendió del Memorándum de Entendimiento entre las Naciones Unidas y la República de Iraq estipula que este "grupo especial", designado por Annan, funcionará de acuerdo con los procedimientos establecidos por la UNSCOM y el Agencia Internacional de Energía Atómica.
Pero el grupo también se regirá por "procedimientos específicos y detallados que serán elaborados según la naturaleza especial de los sitios presidenciales, de acuerdo con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad".
"Todo depende de si la inspección la hará la UNSCOM mientras los diplomáticos observan o si los diplomáticos inspeccionarán mientras los expertos observan. Eso es lo que no sabemos", dijo este martes al diario estadounidense The Washington Post un funcionario no identificado del gobierno de Estados Unidos.
El funcionario teme que la creación de un nuevo "grupo especial" con nombre y tareas diferentes a la de la UNSCOM, y con autoridad propia sobre su labor en los ocho sitios presidenciales, pueda profundizar la burocracia y obstaculizar el proceso de verificación.
El acuerdo de dos páginas que Annan firmó el lunes con el viceprimer ministro iraquí Tariq Aziz incluye la promesa de la ONU de "respetar inquietudes legítimas de Iraq relacionadas con la seguridad, la soberanía y la dignidad nacionales".
El documento no especifica cómo se podrá cumplir esta promesa sin correr el riesgo de otro enfrentamiento entre Iraq y la UNSCOM por el acceso "sin obstáculos" que exige el equipo de la ONU a los sitios de inspección.
La sugerencia implícita de que no se puede confiar en que la UNSCOM realice su labor sin supervisión oficial podría socavar la moral del equipo. Los inspectores consideran que realizaron una tarea difícil en el contexto de la severa oposición de Bagdad.
Los inspectores son todos profesionales y, según Trevan, comprometidos a mantener los antecedentes de confiabilidad de la UNSCOM con respecto a la información sensible. "Las carreras de algunos técnicos corrieron grave peligro por esta razón cuando volvieron a sus países", añadió.
Como resultado, y paradójicamente, las inspecciones podrían mitigar su sentido de la seguridad. La UNSCOM ya cuenta con una Unidad de Valoración de la Información, especialmente formada para recibir, proteger, procesar, guardar y analizar información sensible sin posibilidad de que se filtre.
Este sistema se granjeó la confianza de personas ajenas a la UNSCOM, afirmó Rolf Ekeus, ex presidente del equipo de inspección.
"La confianza en la capacidad de UNSCOM en esta área creció rápidamente en los últimos años, de modo que ahora varios gobiernos premiten compartir información a gran escala concerniente a inteligencia de alta calidad", dijo hace poco a la revista Arms Control Today.
Aunque los detalles de la práctica se desconocen, Estados Unidos dejó en claro que con "grupos especiales" o no, UNSCOM debe tener "acceso sin trabas a todos los sitios", incluyendo los llamados sitios presidenciales.
Los ocho sitios presidenciales en disputa que figuran en el memorando son el Palacio Presidential Basra en el sur de Iraq; el Jabal Makhul, en Samarra, un complejo de 26 kilómetros cuadrados; el Palacio Presidencial Mosul en el norte de Iraq; el Palacio Presidencial Radwaniyah, en Bagdad.
También el Palacio Presidenical Republicano; el Sitio Presidencial Sijood, en Bagdad; el Palacio Presidencial Tharthar, al norte de Bagdad, y el Palacio Presidencial Tikrit, en Tikrit, base de poder de la familia del presidente Saddam Hussein.
A pesar del hecho de que un trío de cartografistas de la ONU precedió la llegada a Bagdad de Annan, especialmente a los sitios de los mapas, el memorando presenta los ocho sitios, pero no incluye sus mapas ni distingue las residencias privadas de Hussein del resto de los complejos.
El embajador de Estados Unidos ante la ONU; Bill Richardon, dijo a la cadena de televisión de su país ABC que la cuestión clave es "¿tienen los equipos de inspectores de la ONU la autoridad para ir allí, sin ser reemplazados por nadie?".
Una vez que el Consejo de Seguridad apruebe este martes el acuerdo de Annan, según se espera, "tendrá que haber una prueba rápida", agregó.
"En primer lugar, ahora tenemos que aclarar qué hay en el acuerdo, luego tenemos que ponerlo a prueba, después hacerlo entrar en vigor y luego encontrar formas para asegurar que se cumpla por completo".
Richardson y el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, no discutieron el futuro de las sanciones económicas que debilitaron la economía iraquí y provocaron enfermedad y hambre a cientos de miles.
Pero el acuerdo sí señala el progreso alcanzado hasta ahora por los inspectores de armamento, y la necesidad de intensificar los esfuerzos para completar su mandato, después de lo cual, según dijo Annan, se levantarán las sanciones.
El secretario general también se comprometió a llevar el asunto "ante la total atención de los miembros del Consejo de Seguridad". (FIN/IPS/tra-en/mom/jmp/dh/rj/lp/ip/98