El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, finalizó hoy su gestión de paz en Bagdad y manifestó esperanzas en que el acuerdo alcanzado con el gobierno iraquí evite la guerra en el Golfo.
El compromiso firmado que Annan obtuvo del viceprimer ministro iraquí Tariq Aziz abre el camino para que los inspectores de armas del foro mundial continúen su trabajo en Iraq, aseguró este lunes el propio secretario general.
La palabra final sobre el acuerdo logrado corresponde al Consejo de Seguridad de la ONU, que recibirá el informe completo este martes.
Annan mantendrá reserva sobre los detalles del pacto hasta su reunión con el Consejo de Seguridad. No obstante, anunció que el martes, al llegar a Nueva York, comunicará a los miembros del Consejo su opinión favorable sobre el resultado de su misión en Bagdad.
"Estoy esperanzado e incluso confiado en que este acuerdo nos sacará de la crisis. Lo que estamos haciendo es un gran paso. Es un buen acuerdo y espero que el Consejo lo acepte", dijo Annan antes de partir hacia París, la primera escala de su vuelo de regreso.
El acuerdo debe ser respaldado por los 15 miembros del Consejo de Seguridad. Annan ya presentó los elementos principales a los cinco miembros permanentes, incluyendo Estados Unidos, y, según dijo el portavoz del secretario general Fred Eckhard, todos indicaron que el acuerdo será aceptable.
Antes del viaje de Annan a Bagdad, Washington aclaró que se reservaba el derecho de rechazar cualquier acuerdo que afecte la autoridad de los inspectores de armas en Iraq.
Así mismo, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, advirtió que Washington "perseguirá sus propios intereses" en Iraq si lo considera necesario.
Estados Unidos envió barcos y 25.000 soldados a la zona, listo para lanzar una ofensiva aérea a menos que Iraq acceda a permitir el ingreso de los inspectores de la ONU a los sitios, entre ellos ocho palacios presidenciales.
Iraq ha afirmado que las demandas violan su soberanía, y que ya destruyó misiles de largo alcance y armas químicas y biológicas prohibidas, según las condiciones impuestas por la ONU en 1991 por el cese del fuego de la guerra del Golfo.
Los inspectores se encuentran en Iraq para confirmar el cumplimiento de las resoluciones del foro mundial. Annan declaró este lunes que tenía la promesa de Bagdad de que los inspectores podrán ingresar a los sitios disputados, pero señaló que harán su labor con sensibilidad.
Annan indicó que su "buena conversación" con el presidente Saddam Hussein fue franca y constructiva. El secretario general se mostró confiado y con esperanzas de que el acuerdo ponga fin a la crisis actual y que no haya necesidad de volver a la cuestión.
En una conferencia de prensa en Bagdad, Aziz declaró este lunes que el acuerdo fue posible gracias a la buena voluntad de Annan, y no se debió a la presencia en el Golfo de las fuerzas de Estados Unidos y Gran Bretaña.
"Fue la diplomacia, la sabia y equilibrada diplomacia mundial de la ONU la que nos permitió alcanzar este acuerdo, y no la patriotería", dijo Aziz. "Fue un acuerdo de la razón", agregó. (sigue