/INTEGRACION/MERCOSUR: La mujer aún debe luchar para conquistar su espacio

Las asalariadas latinoamericanas aportan entre 28 y el 38 por ciento de los ingresos de los hogares, pero deben continuar bregando para lograr un mayor espacio en puestos de decisión, destaca un informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

"Los varones son generosos cuando se trata de ceder bancas en el Congreso, donde muchas mujeres obedecen a los mandatos de sus partidos, pero a la hora de disputar un espacio de poder real resisten", dijo a IPS la feminista argentina Zita Montes de Oca, creadora de un Banco de Datos de Mujeres en Política.

Un caso de ese tipo es el de la funcionaria argentina de Cepal Rosalba Todaro.

Desde el viernes 13, Todaro, radicada actualmente en Chile, es una de las candidatas a ocupar un lugar en el directorio del estatal Banco Ciudad de Buenos Aires luego que el gobierno comunal desconociera una ley que obliga a incorporar 30 por ciento de mujeres en la administración.

El jefe comunal Fernando de la Rúa había designado ocho hombres en el directorio del banco sin que integrantes de su gabinete ni políticos de ningún partido cuestionaran la decisión.

La administración había argumentado que los cargos del banco, que ocupa el undécimo lugar de Argentina en volumen de depósitos, exigen una idoneidad específica y que ese criterio debe prevalecer sobre cuestiones formales como el cupo.

La integración del directorio había sido dispuesta mediante un reparto político entre el partido que gobierna la comuna, la Unión Cívica Radical (cinco cargos), el Partido Justicialista (dos) y el Frente País Solidario un puesto).

Bastó una denuncia periodística para que de la Rúa diera marcha atrás y recibiera de los partidos propuestas con los nombres de Todario y de otras dos especialistas en temas económicos.

En Brasil las dificulades que encuentra la mujer no son menores que en Argentina.

Según datos del oficial Instituto Brasileño de Geografía y Estadísica, la participación femeninda en la población ocupada pasó de 39,62 por ciento en 1996 a 40,03 el año pasado, pero las mujeres reciben promedialmente 56 por ciento del salario de los varones.

Desde 1996 una ley impone a los partidos políticos brasileños una cuota de 30 por ciento de candidatas a los ayuntamientos.

Esa disposición llevó a que la representación municipal femenina aumentara de 7,58 a 11,14 por ciento.

Este año, para las elecciones nacionales y estaduales de octubre, la cuota legal de mujeres es de 25 por ciento, lo que permitirá aumentar su magro peso actual.

El Congreso brasileño consta de 33 diputadas y seis senadoras, 6,6 por ciento del total, mientras que el gabinete del presidente Fernando Henrique Cardoso carece de mujeres.

En Argentina, luego de la obligación legal de 1993, el número de diputadas sobre 257 bancas pasó de 13 a 73, pero en el Senado, donde no existe cupo legal, hay sólo cuatro mujeres sobre un total de 72 integrantes.

En Uruguay, según la Cepal, entre 1981 y 1994 el número de hogares urbanos encabezados por mujeres pasó de 22 a 27 por ciento, el porcentaje más alto de América Latina.

Un estudio de la filial nacional del Servicio Paz y Justicia (Serpaj)estableció que entre 1995 y 1997 no se han producido cambios de tipo estructural en la participación de las mujeres.

En cambio "se observan variaciones en cuanto a la sensibilidad social referida a algunos aspectos relacionados con las desigualdades entre los géneros" y algún avance en la legislación, señala.

En febrero de 1997 el gobierno uruguayo reglamentó la ley de igualdad de trato y oportunidades laborales, que prohibe la segregación contra la mujer y califica de "discriminación grave" las conductas de acoso u hostigamiento sexual".

Para ello fue necesario que transcurrieran ocho años, ya que la norma había sido aprobada por el Parlamento en 1989.

En materia de empleo, la felxibilización y la desregulación de las relaciones de trabajo generaron para conjuntos importantes de mujeres mayores grados de inseguridad y peores condiciones laborales, como sucede en las agroindistrias, destacó Serpaj.

En el sector servicios, en especial los financieros y para el consumo, existe una alta proporcion de mujeres, pero siguen ubicadas en posiciones más bajas que los hombres en cuanto a calificación y remuneraciones.

El Serpaj señala que en los niveles más altos del sistema político "el desbalance"es notorio.

En el gabinente del presidente Julio Sanguinetti, sólo hay una mujer. Pese a ello, ha aumentado la participación femenina en cargos directivos de la administración central y de la alcaldía de Montevideo. (FIN/IPS/rr/dg/pr/98

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