Separatistas de cuatro estados del nordeste de India amenazan a ciudadanos y candidatos para que no participen en las elecciones parlamentarias de este lunes.
Cada vez hay menos seguridad en los estados de Assam, Tripura, Manipur y Nagalan, donde los rebeldes intensificaron su violenta campaña para perturbar las elecciones.
"Las guerrillas ya comenzaron a atacar candidatos y en algunos casos, secuestraron a sus familiares. Los rebeldes también aterrorizan a los votantes e incendian puentes para entorpecer el movimiento de los militares", dijo G. S. Guite, director regional de la Oficina de Inteligencia en el nordeste.
Más de 20.000 personas, entre ellos policías, agricultores, políticos e insurgentes, murieron en hechos de violencia política en la región en las últimas dos décadas.
Nueva Delhi abrió conversaciones con el más fuerte de los grupos rebeldes, el Consejo Socialista Nacional de Nagaland (NSCN), pero ordenó acciones militares contra los que se negaron a concurrir a la mesa de negociaciones.
El NSCN, por su parte, afirma que las elecciones pondrán en peligro las negociaciones en curso con el gobierno federal de India. En ese estado, la lucha por la secesión comenzó hace cuatro décadas.
"En lo que a nosotros respecta, Nagaland no es un estado indio, por lo que no podemos aceptar elecciones al estilo indio aquí. La cuestión naga debe ser solucionada antes entre nosotros y Nueva Delhi", dijo Thuingaleng Muivah, secretario general del NSCN.
Todos los países de oposición en Nagaland respaldaron el boicot resuelto por el NSCN y se abstuvieron de presentar candidatos. Como consecuencia, el gobernante Partido del Congreso, que tiene 43 de los 60 escaños legislativos del estado, se aseguró un nuevo triunfo.
Sin embargo, el jefe de gobierno del estado, S. Chubatoshi Jamir, está nervioso. "Si el NSCN está negociando con Nueva Delhi es porque acepta que Nagaland es un estado indio", sostuvo. Jamir teme que, aun victorioso, quede aislado políticamente. Y también teme la violencia.
"A varios de nuestros candidatos se los ha amenazado con un tiro en la cabeza si no retiran sus candidaturas", dijo. Nueva Delhi advirtió al NSCN que no reanudará las negociaciones a menos que los rebeldes interrumpan sus amenazas.
El insurgente Frente Unido de Liberación de Assam (ULFA), surgido en 1978, llamó a boicotear las elecciones. A fines de la semana pasada, el portavoz del grupo, Mithinga Daimary, afirmó que "Assam no ganó nada siendo parte de India".
El ULFA se enfrenta al partido Asom Gana Parishad (AGP) al que pertenece el jefe de gobierno del estado Prafulla Kumar Mahanta, quien ganó las elecciones hace dos años. El grupo insurgente lo respaldó en esa ocasión, pero el funcionario ordenó entonces a los militares que reprimieran a los secesionistas.
Los rebeldes ya asesinaron al jefe de campaña del AGP, Lobendra Bora, secuestró a 12 de sus más activos dirigentes y detonó un explosivo en una carretera el domingo, cuando Jayshree Mahanta, esposa del jefe de gobierno y candidata en las elecciones, viajaba por allí.
El AGP acusa al Partido del Congreso de estar detrás de los separatistas, al igual que los partidos marxistas que gobiernan el estado de Tripura.
El Frente de Liberación Nacional de Tripura (NLFT), fundado en 1991, secuestró a varios altos dirigentes izquierdistas y sus familiares para reforar su llamado al boicot electoral.
En los últimos cinco años, más de 300 personas fueron asesinadas por separatistas y unas 1.200 fueron secuestrados y liberados tras el pago de grandes rescates.
El NLFT secuestró el lunes al hermano del ministro de Salud de Tripura, Bimal Sinha, incendió tres puentes y atacó dos puestos de policía. "En todos estos estados, el Partido del Congreso se beneficia de los llamados a boicot de los rebeldes", dijo el jefe de gobierno de Tripura, Dasarath Dev.
Pero los candidatos del Partido del Congreso fueron perjudicados por las operaciones del Ejército de Liberación Popular del estado de Manipur, activo desde 1976 en el valle Imphal. (FIN/IPS/tra-en/sb/an/mj/ip/98