El líder de la derecha religiosa y candidato a primer ministro de India, Atal Behari Vajpayee, pasó hoy su segundo día de huelga de hambre en reclamo del cese del gobernador del populoso estado de Uttar Pradesh, Romesh Bhandari.
El presidente de India, Kocheril Raman Narayanan, sopesa la posibilidad de asumir el pedido de Vajpayee y su partido de derecha religiosa hindú Bharatiya Janata (BJP), lo cual podría desatar una ola de violencia simultánea con las últimas etapas de las elecciones parlamentarias nacionales.
El BJP pidió el domingo a Narayanan la remoción de Bhandari porque éste ordenó el sábado el cese del primer ministro de Uttar Pradesh y líder local de ese partido, Kalyan Singh, que, de todos modos, se negó a renunciar aunque perdió la mayoría en la primera ronda.
"Llamo al custodio de la constitución india, al presidente Narayanan, a invocar de inmediato el artículo 156 y revocar el aval en virtud del cual Romesh Bhandari mantiene el cargo de gobernador" de Uttar Pradesh, dijo Vajpayee.
Vajpayee dijo en Nueva Delhi tras visitar la capital de Uttar Pradesh, Lucknow, que Bandhari disolvió el gobierno que el BJP encabeza hace cinco meses con la única intención de mejorar sus perspectivas electorales.
"Continuaré mi ayuno hasta que el gobernador sea destituido. Permitir que Bhandari siga en su puesto conducirá a una continua deshonra de la constitución ", dijo Vajpayee, con visible debilidad.
Las huelgas de hambre suelen tener en India un efecto beneficioso sobre la imagen de un político, como lo demuestra la adhesión cosechada por Mahatma Gandhi durante su campaña por la independencia.
El BJP llamó este lunes a una huelga general en Uttar Pradesh, el estado más populoso de India y del que proceden 85 de los 545 integrantes de la Lok Sabha (cámara baja).
El gobernador actuó con precipitación al negar a Kalyan Singh la posibilidad de demostrar su mayoría en la cámara, según el BJP. "Debió al menos esperar hasta la segunda ronda del domingo", dijo Vajpayee.
La destitución de Kalyan Singh fue "una gran farsa y una burla a la democracia", pues se trató de una "conspiración" para influenciar sobre los votantes en las próximas etapas de las elecciones, agregó el líder del BJP.
Excepto el BJP, todos los grandes partidos políticos respaldaron la decisión de Bhandari. El presidente Narayan consideró el asunto en una serie de reuniones con los líderes partidarios el domingo.
Narayan preferiría esperar una decisión judicial en torno a la validez de la orden de Bhandari, pero en todo caso no podrá cesar al gobernador, como reclama el BJP, sin el consejo de su gabinete, según constitucionalistas.
Esta es la segunda vez en cuatro meses que se requiere la intervención del presidente en Uttar Pradesh. El octubre del año pasado, el gobierno de Kalyan Singh perdió su mayoría pero logró un voto de confianza del parlamento local, luego de que Narayan detuvo el pedido de renuncia planteado por Bhandari al gabinete.
Los gobernadores tienen amplios poderes en la designación y destitución de los gobiernos estaduales, pero la Corte Suprema estableció que el ámbito adecuado para resolver este tipo de conflictos es la cámara baja.
Aunque el BJP es el principal partido de India, las encuestas revelan que de las elecciones emergerá un parlamento sin mayoría clara en el cual pequeños sectores serán decisivos. (FIN/IPS/tra- en/rdr/an/mj/ip/98