La actuación en la campaña electoral de India de Sonia Gandhi, viuda del asesinado primer ministro Rajiv Gandhi, sacude este mes a su Partido del Congreso y detuvo la marcha de la hasta ahora imparable derecha religiosa.
Las encuestas estiman que el ingreso en la arena política de Gandhi, nacida hace 51 años en Italia, no logrará acabar con el bloqueo parlamentario, aunque aumentará las posibilidades de que la próxima coalición sea liderada por el Partido del Congreso y no por el hinduísta Partido Bharatiya Janata (BJP).
Pero más importante que el resultado de los comicios parlamentarios de los días 16, 20 y 28 (el 5 de marzo en el estado de Kashmir) es que Gandhi, en su primera experiencia en una campaña electoral, domina aun sin ser candidata el escenario político desde que comenzó a recorrer el país el mes pasado.
Hablando en hindi en numerosos actos políticos, acompañada por su hijo Rahul o su hija Priyanka, Gandhi hizo resucitar al desfalleciente Partido del Congreso y declaró la guerra a sus adversarios, en especial el BJP, entre cuyos dirigentes cunde el nerviosismo.
Lal Kishan Advani, el candidato del BJP que, al parecer, obtendrá mayor cantidad de votos, admitió que el ingreso de Gandhi a la puja electoral es el único factor que "ha cambiado las cosas" desde comicios anteriores.
Aunque no es ella misma candidata al parlamento, posibilidad que rechazó a pesar de la presión de su partido, Sonia Gandhi se convirtió en lo más destacado de las elecciones de acuerdo con los medios de comunicación la democracia más poblada del mundo.
El diario The Times of India menciona a Sonia Gandhi entre los tres posibles jefes de gobierno, junto a Atal Behari Vajpayee, del BJP, e Inder Kumal Gujral, del centroizquierdista Janata Dal.
A través de actos políticos bien corografiados y con discursos claros, Gandhi demostró que no es un mero símbolo dentro de un partido asolado por las deserciones, los escándalos de corrupción y las riñas, sino también una astuta propagandista.
La viuda de Rajiv Gandhi desafió a la oposición a demostrar su supuesto involucramiento en una escandalosa importación de armas de Suecia, ocurrida cuando su esposo era jefe de gobierno y aún bajo investigación.
Ese reto causó sorpresa a todo el país, al igual que las disculpas que ofreció por las numerosas irregularidades que cometieron dirigentes del Partido del Congreso durante las décadas en que gobernó bajo el liderazgo de su suegra, la asesinada primera ministra Indira Gandhi.
Los expertos explican, a partir de las encuestas, que Sonia Gandhi tiene éxito en su apelación a 282 millones de votantes mujeres que tienden a compadecerse de su carácter de viuda de un asesinado y madre de dos hijos.
La política de India devería estar preparada para el advenimiento de otro habitante de la casa Nehru-Gandhi, que gobernó el país durante 40 de sus primeros 50 años de vida independiente.
La sucesora de Jawaharlal Nehru, primer primer ministro indio, fue su propia hija, Indira Gandhi, quien a su vez "legó" el cargo a su hijo Rajiv.
Los simpatizantes del Partido del Congreso están convencidos de que Sonia Gandhi es la depositaria del legado de la familia Nehru- Gandhi y restaurará la gloria de la organización. Un ex parlamentario dijo que el partido perdió popularidad al dejar de lado sus vínculos con la dinastía.
Sonia Gandhi se afilió al Partido del Congreso en agosto, luego de que altos dirigentes del grupo, entre ellos un ex primer ministro, fueron acusados de actos de corrupción.
Sus simpatizantes le habían pedido en reiteradas ocasiones que salvara "al partido y a India", pero ella prefirió permanecer en la residencia en Nueva Delhi que le asignó el estado, custodiada por comandos desde el asesinato de Rajiv.
Pero ella operaba en política aun entonces, a través de un puñado de allegados que llevaban sus "órdenes" a los dirigentes del partido, que casi siempre accedían a sus deseos.
Varias designaciones de gabinete o de otros altos funcionarios fueron efectuados por su iniciativa durante el gobierno a cargo del Partido del Congreso que concluyó hace 18 meses.
A través de la Fundación Rajiv Gandhi que ella conduce, la cual promueve el bienestar de los pobres y la alfabetización, Sonia Gandhi forjó una base de simpatizantes.
Algunos dirigentes del Partido del Congreso están resentidos porque ella no les requirió consejo ni buscó su compañía. Aún no se sabe cómo manejará los asuntos internos, en un partido lleno de secesiones.
Pero, por ahora, se ha mantenido en una posición inescrutable en sus actos públicos y se ha negado a establecer contacto con los medios de comunicación.
Sus seguidores afirman que su participación en la vida política partidaria detendrá las defecciones a otros partidos, mantendrá al del Congreso unido y atraerá votos.
Otros afirman que el impacto de Sonia Gandhi será marginal en los estados meridionales y nulo en los septentrionales ocmo Uttar Pradesh y Bihar, donde una victoria es crucial para la sobrevivencia del partido.
Pero cualquiera sea el resultado, Sonia Gandhi decidió dar esa batalla por sí misma y su presencia dominará por eso cada vez más la escena política india. (FIN/IPS/tra-en/rb/an/mj/ip/98