Algo se ha comenzado a mover en el País Vasco español, a partir de una propuesta de su presidente José Antonio Ardanza de promover una amplia discusión sobre el futuro de esta región para después que la organización separatista ETA declare una tregua.
Ardanza, del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), gobierna en esa región autónoma en coalición con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y con una escisión del PNV, Eusko Alkartasuna.
El gobernante propuso al presidente del gobierno español, José María Aznar, que todos los partidos políticos vascos, con excepción de la coalición Herri Batasuna (HB), elaboren una posición común para la eventualidad de que ETA inicie una tregua indefinida.
Antes de finalizar febrero habrá discutido esa propuesta con todos los partidos políticos vascos y españoles, a excepción de HB, y con el propio Aznar. Según Ardanza nada quedaría excluido del diálogo, incluso el derecho a la autodeterminación.
La organización ilegal Euskadi ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad) lleva más de tres años cometiendo atentados, con bombas o mediante disparos en la nuca.
Sus últimas víctimas fueron seis concejales del centroderechista Partido Popular (PP), que preside Aznar, y su principal reivindicación política es la independencia del País Vasco.
La propuesta de Ardanza recibe hasta ahora respuestas positivas, muy pocas, y negativas, la mayoría. En las positivas cabe ubicar al líder de Izquierda Unida (IU, coalición basada en el Partido Comunista), Julio Anguita, favorable a negociar con HB cuando ETA deje de matar.
En las negativas, las anticipadas desde el oficialismo y desde el PSOE, el principal partido de la oposición, que rechazan que la posición que pudieran adoptar los partidos vascos deba ser asumida sin más por el gobierno.
Fuentes gubernamentales dijeron a IPS que el conflicto vasco no puede ser resuelto sólo por la vía policial. Pero, añadieron, el proyecto político común que se quiere discutir deberá definir el encaje del País Vasco en España.
Al iniciarse la transición democrática tras la dictadura franquista (1939-75), los partidos españoles mayoritarios hicieron un esfuerzo para comprender al nacionalismo y favorecer ese encaje, agregaron.
Ahora, concluyeron, se trata de que "los nacionalistas hagan el esfuerzo" para proponer una alternativa que no plantee la independencia, sino una relación armónica en paz y libertad.
El rechazo también llega desde HB. Su coordinador, Joseba Permach, recuerda que los otros partidos no reconocen el derecho a la autodeterminación. Por ello, cree que es muy limitado lo que puede resultar de la propuesta de Ardanza.
Fuentes del gobierno vasco dijeron a IPS que Ardanza no plantea negociar ahora con HB. Y en ningún momento con ETA. Sostienen que en el pasado (bajo el gobierno socialista) ETA declaró una tregua y tomó de sorpresa a los partidos democráticos.
Ahora, dicen las mismas fuentes, el desgaste y los golpes que recibe de la policía forzarán a ETA a buscar una salida. Para entonces, concluyen, los partidos democráticos deben estar preparados y no ser tomados de sorpresa.
Su argumentación encuentra apoyo en una carta del dirigente etarra José Luis Alvarez Santacristina, "Txelis", preso en Francia desde 1992. Txelis cuestiona el accionar violento de ETA y pide en esa masiva a la actual cúpula de su organización que decrete una tregua indefinida.
Unos creen, en el gobierno vasco, que esa tregua puede llegar a ocurrir. Otros, en el gobierno central, dicen que hay que atenerse a los hechos y que, hoy por hoy, ETA sigue matando. (FIN/IPS/td/dg/ip/98)