La inesperada reunión de los presidentes Alberto Fujimori, de Perú, y Fabián Alarcón, de Ecuador, que visitaron áreas fronterizas afectadas por el fenómeno climático de El Niño, fortaleció la sensación de que los dos países están cerca de la paz definitiva.
Si bien gana terreno en Lima la opinión de que es posible poner fin en los próximos meses a poco más de medio siglo de disputas límitrofes, que dieron lugar a tres guerras, persiste recelo entre los políticos peruanos sobre la actitud de los sectores intransigentes de las fuerzas armadas ecuatorianas.
Se adjudica al jefe militar más importante de Ecuador, Paco Moncayo, una tenaz oposición al reconocimiento de la línea demarcatoria trazada por el convenio limítrofe de 1942, que es desconocido desde 1950 por las autoridades ecuatorianas.
Las negociaciones abiertas luego de la última guerra ecuatoriano-peruana, de 1995, marchan aparentemente hacia la solución de dos cuestiones conflictivas: la aceptacion por Ecuador de la linea fronteriza establecida por el tratado de 1942 y el reconocimiento peruano del derecho de Ecuador a la navegación por el río Amazonas.
Es evidente la voluntad de paz de los gobernantes de los dos países, y la mayor amenaza puede proceder de los militares ecuatorianos, según cree el ex senador Enrique Bernales, relator de la Organización de las Naciones Unidas en asuntos de derechos humanos.
"No puedo olvidar" que los militares ecuatorianos colaboraron en la destitución de Abdalá Bucaram, el antecesor de Alarcón, "casi inmediatamente después de que éste visitara nuestro país, porque se comprometió a promover la paz", dijo Bernales.
Bucaram fue destituido por el parlamento ecuatoriano, que actuó no sólo con el respaldo de las Fuerzas Armadas, sino de organizaciones civiles y sindicales movilizadas en demanda de esa decisión.
Alarcón y Fujimori se reunieron el martes, un día después de haber designado a sus respectivos representantes en las negociaciones que se realizarán simultáneamente en Buenos Aires, Río de Janeiro, Santiago de Chile y Washington, capitales de los países que en 1995 lograron detener la última guerra entre ecuatorianos y peruanos.
Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, garantes del tratado fronterizo firmado en 1942 y posteriormente denunciado por Ecuador debido a imperfecciones de nomenclatura geográfica, hicieron sentar a ecuatorianos y peruanos en la mesa de negociaciones.
En las conversaciones, que se realizarán a partir del 17 de este mes, se intentará arribar a acuerdo sobre la línea demarcatoria inconclusa, el pretendido derecho de Ecuador de navegación en el Amazonas, un programa de cooperación e integración, y medidas para promover el la confianza recíproca y la seguridad.
Alarcón y Fujimori se encontraron en el aeropuerto de Tumbes, la ciudad peruana más próxima a la frontera ecuatoriana, y permanecieron juntos siete horas, para recorrer también la localidad de Machalá, en Ecuador.
La prensa desconocía los preparativos de la entrevista y los periodistas que acompañaban a los jefes de Estado fueron informados que asistirían a una inspección presidencial de rutina en la zona costera más castigada por las inundaciones y aludes que causó El Niño.
"Perú y Ecuador cada vez más cerca", "Perú y Ecuador buscarán formar frente común ante desastres naturales", "El enemigo es El Niño", dicen este miércoles los diarios más importantes de Lima.
El mismo optimismo sobre el curso de las conversaciones de paz fueron expresados por líderes de los partidos oficialistas y de oposición de Perú.
"La reunión de Fujimori y Alarcón es un buen síntoma, que nos conduce a pensar que las conversaciones de paz llegarán a buen término", expresó el parlamentario independiente Alfonso Baella.
"La reunión en Tumbes y Machalá constituye un impulso adicional a la futura ronda de conversaciones bilaterales, pero los peruanos tenemos que seguir con la cautela de siempre", dijo por su parte el legislador Harold Forsyth, del opositor partido Unión por el Perú.
Según fuentes oficiales peruanas, en los últimos meses el positivo avance de las negociaciones de paz promovidas por los países garantes favoreció la recuperación del comercio bilateral.
Un informe de aduanas señala que en 1997, Perú importó de Ecuador productos por 223 millones de dólares, más de 450 por ciento que en 1996.
Por su parte, Ecuador compró bienes en Perú por 98 millones de dólares, frente a 62 millones en 1996.
Ecuador y Perú integran la Comunidad Andina, junto con Bolivia, Colombia y Venezuela, y supuestamente debían desarrollar su integración. Pero sus disputas territoriales conspiraron contra ese objetivo.
"Un acuerdo firme y estable de límites permitirá a ambos países ahorrar los 400.000 dólares mensuales que cuesta a cada uno de ellos solventar los gastos de las unidades militares enviadas por los paises garantes para supervisar la paz y tranquilidad en la frontera que comparten", advirtió el analista peruano Jorge Arnao. (FIN/IPS/al/ff/ip/98