DESARROLLO: Potenciación es tan importante como microcréditos

Expertos reunidos en un taller realizado esta semana en Bruselas advirtieron que la asignación de dinero a pequeños bancos comunitarios que otorgan "microcréditos" no es suficiente para aliviar la pobreza.

Las medidas destinadas a aumentar la capacidad de los prestatarios para desarrollar negocios con posibilidades son tan importantes como los fondos disponibles para los créditos, concluyó el taller, organizado por la Administración Belga por la Cooperación para el Desarrollo.

Los microcréditos consisten en pequeños préstamos para iniciar pequeños proyectos de autoempleo generadores de ingresos, y están destinados específicamente a los más pobres de los pobres, entre los cuales son mayoría las mujeres, destacó el taller.

Más de 900 millones de los 1.300 millones de personas que viven en la pobreza absoluta son mujeres.

Noventa y cuatro por ciento de los 1,8 millones de prestatarios del Grameen Bank de Bangladesh, una institución microfinanciera modelo, son mujeres.

El secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Rubens Ricupero, recordó a los participantes del taller que la cumbre sobre microcrédito celebrada en febrero de 1997 en Washington planteó un desafío.

El reto consiste en lograr que los mercados financieros del mundo aporten 8.000 millones de dólares de los 21.000 millones que se estiman necesarios para satisfacer las necesidades de crédito de 100 millones de microempresarios antes del año 2005.

Sin embargo, "las cifras son sólo indicadores; la verdadera cuestión es la potenciación", señaló Ismail Serageldin, vicepresidente de Desarrollo Ambiental y Socialmente Sustentable del Banco Mundial y presidente del Grupo de Consulta para Asistencia a los más Pobres (GCAP).

"Advertimos contra el riesgo de medir el progreso según la cantidad de dinero disponible para microfinanciamiento. El verdadero problema no es la movilización de fondos, sino cómo estructurar el sistema", dijo.

Serageldin señaló que "la dirección del microcrédito hacia los más pobres no sustituye una buena administración, pero es importante complementarlo para atacar el problema directamente".

"Se necesitan dos objetivos inseparables para el éxito: uno consiste en determinado número de personas a alcanzar, y el otro en fuertes medidas hacia la autonomía financiera. Uno sin el otro significa el fracaso", concluyó.

Muhammad Yunus, presidente del Grameen Bank, dijo al taller que "los estudios demuestran que más de un tercio de nuestros prestatarios lograron salir de la pobreza, y otro tercio está cerca de hacerlo".

"Muchas personas ven a los pobres del mundo como un problema insoluble. Sin embargo, deberían verlos como la mayor fuente inexplotada de empresarios y consumidores", señaló Yunus, cuyo banco se transformó en un modelo para proyectos de microfinanciamiento en más de 40 países.

Así mismo, Yunus destacó que la creación del GCAP por el Banco Mundial fue "un acontecimiento muy importante", ya que estableció un mecanismo por el cual los donantes pueden apoyar programas de microcrédito. (FIN/IPS/tra-en/ns/rj/ml/dv/98

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