DESARROLLO: Pacto histórico une a religiones y Banco Mundial

Líderes religiosos del mundo lograron un acuerdo sin precedentes con el Banco Mundial, con la meta de llevar los valores espirituales y sociales a los balances de la institución financiera.

"Es un momento histórico. Por primera vez en 53 años de historia, el Banco Mundial abrió sus puertas al diálogo con las fes", dijo Wendy Tyndale, portavoz de la agencia internacional de desarrollo Christian Aid.

La reunión del 18 y 19 de febrero, copresidida por el jefe de la Iglesia Anglicana y arzobispo de Canterbury, George Carey, y el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, estableció grupos de trabajo integrados por representantes de las religiones y la institución financiera.

Los participantes fueron destacadas figuras de nueve religiones, baha'i, budista, cristiana, hindú, jainista, judía, musulmana, sikh y taoista, que debatieron con altos funcionarios del Banco Mundial y organizaciones de ayuda internacional con sede en Gran Bretaña como Christian Aid y Catholic Fund for Overseas Development.

El Aga Khan, líder espiritual o imán de los nizaris, la mayor de dos ramas de la comunidad chiíta ismaili, también estuvo presente.

Los ismailis tienen una reputación mundial por sus obras de caridad y para el desarrollo. En 1967, el actual Aga Khan estableció la Fundación Aga Khan específicamente para promover el trabajo humanitario y cultural.

Los grupos de trabajo "explorarán cuestiones vitales sobre la definición del desarrollo exitoso, teniendo en cuenta la importancia de los aspectos religiosos, culturales, sociales y ambientales del bienestar a largo plazo de la sociedad", dijo Carey en una declaración.

El acercamiento del Banco Mundial a las religiones, iniciado por Carey y Wolfensohn hace un año, fue descrito por expertos en desarrollo como un gran cambio en la política de la institución financiera.

Las agencias de desarrollo destacan la nueva comprensión del Banco para incluir cuestiones culturales, éticas y espirituales en su política.

El Banco Mundial se ha visto enfrentado con agencias de base religiosa y expertos que condenaron su inversión en proyectos gigantescos que poco tienen en cuenta las necesidades de la gente común o el daño social y ambiental que causan.

Agencias no gubernamentales del desarrollo han atacado muchas de las políticas del Banco, incluyendo sus préstamos blandos a bajo interés para países en desarrollo.

Esto, alegan, llevó a los países del Sur a un espiral de creciente deuda, condicionada a políticas económicas desentonadas con las necesidades, culturas y estructuras existentes en los países beneficiarios.

Los préstamos del Banco Mundial se hacen directamente a gobiernos y programas de gran escala, como la represa del Narmada en India central, que desplazó a miles de personas y causó grandes daños ambientales.

El Banco ha enfrentado creciente oposición a este tipo de megaproyectos, y en 1995 se retiró del proyecto de la represa Arun II en Nepal, citando razones ecológicas.

El cambio en la política de la institución financiera es atribuido a Wolfensohn, quien ha declarado que espera dar una nueva orientación a las energías del Banco, con alternativas como por ejemplo trabajar con organizaciones no gubernamentales.

La red de las iglesias es especialmente importante porque ha trabajado en países en desarrollo durante generaciones, centrándose en pequeños proyectos basados en las comunidades, y ha llevado adelante campañas contra las políticas del Banco Mundial, dijo Anne Vink, de Christian Aid.

Los participantes acordaron cooperar en términos de investigación y análisis, mientras las religiones comunitarias fueron invitadas a proporcionar información para su Informe de Desarrollo Mundial anual.

Sus puntos de vista, alegan líderes de las fes y expertos en desarrollo, serán muy útiles en influir sobre el pensamiento del Banco para el informe del año 2000, centrado en el tema "Comprendiendo la Pobreza".

Kiser Barnes, presidente de la delegación de la religión Baha'i en la reunión, dijo que la reunión no tiene precedentes en términos de las nuevas iniciativas de colaboración a que dio lugar.

"Principios espirituales específicos, como la unidad de la humanidad, la igualdad y la justicia, y la igualdad de hombres y mujeres, que son de naturaleza universal y pueden ser expresados concretamente en tareas de desarrollo, tienen un especial potencial para crear un nuevo marco para el desarrollo", declaró.

La Comunidad Internacional Baha'i es una ONG que representa a las comunidad baha'i en el mundo, con más de cinco millones de seguidores en más de 200 países y territorios y más de 1.000 proyectos de desarrollo social y económico de pequeña escala basados en las comunidades. (FIN/IPS/tra-en/pd/rj/lp/ip cr/98

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