El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó que la ayuda al desarrollo de los países más pobres del mundo sigue el camino de los dinosaurios, hacia la extinción.
Si se mantiene la tendencia a la reducción, la asistencia oficial al desarrollo (AOD) se habrá esfumado en el 2012, dijo el miércoles la directora ejecutiva de UNICEF, Carol Bellamy.
Aunque es "dífícil de imaginar, los números apuntan en esa dirección", dijo Bellamy al comentar un informe del Comité de Asistencia al Desarrollo de 21 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con sede en París.
El informe anual de los países más ricos del mundo, presentado en Bruselas, confirma temores de que la AOD está cayendo mientras los donantes continúan disminuyendo sus presupuestos de ayuda.
"Esta es la última evidencia de que los países industrializados están quedando muy por detrás de su compromiso para ayudar a los países en desarrollo a erradicar la pobreza", dijo Bellamy.
En 1992, la AOD fue 61.000 millones de dólares. Luego cayó a 55.000 millones en 1993 y aumentó a 58.000 millones en 1994. En 1995, ascendió poco, a 59.000 millones, para caer a 55.000 millones en 1996.
Pero en términos reales, trsas descontar la inflación, la AOD cayó 16 por ciento a partir de 1992, y las estimaciones para 1997, que serán presentadas en mayo, indican una más pronunciada tendencia a la reducción, dijo a IPS una fuente de UNICEF.
"Estamos viendo los días de agonía de la AOD", aseguró Mahbud ul-Haq, autor durante largo tiempo del Informe de Desarrollo Humano publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Haq, ahora presidente del Centro de Desarrollo Humano en Islamabad, dijo que la forma tradicional de la AOD se encuentra en su fase final. "Si la AOD sobrevive, estará relacionada a objetivos mundiales, y no a alianzas entre países", dijo Haq a IPS.
Después del fin de la guerra fría, el desembolso de la ayuda cayó sobre la base de las ideologías políticas, el comunismo contra el capitalismo.
Ahora, se relaciona cada vez más al crecimiento demográfico, la erradicación de las drogas, la migración, el ambiente y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), dijo el experto.
Haq dijo que los donantes retienen la ayuda sobre la base "de lo que es bueno para ellos, desde su propia perspectiva", y agregó que el futuro del desarrollo será uno de los temas de un taller sobre "Un Nuevo Marco para la Cooperación para el Desarrollo", a realizarse en Estados Unidos el 26 y 27 de junio.
En un reciente informe, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, dijo que la tendencia decreciente en los presupuestos de AOD también refleja cierta crisis de confianza en la ayuda como instrumento para promover el desarrollo.
"A menos que se enfrente la crisis de modo radical, será difícil revertir la tendencia negativa", advirtió Annan.
Bellamy dijo que la reducción de la ayuda distorsionará la guerra contra la pobreza, y además tendrá un impacto devastador sobre los segmentos más vulnerables de la sociedad, en especial las mujeres y los niños.
Los niños soportan una carga desproporcionada de la pobreza mundial, "un hecho resaltado por la muerte innecesaria de 12 millones de niños cada año, por causas que, en una economía mundial de 28 billones de dólares, podría evitarse a un costo relativamente modesto", denunció Bellamy.
En 1970, la Asamblea General de la ONU fijó una meta de 0,7 por ciento del producto interno bruto (PIB) como la cantidad de ayuda que cada uno de los países ricos brindaría a las naciones en desarrollo.
Hasta ahora, sólo cuatro países, Dinamarca, Holanda, Noruega y Suecia, cumplieron o excedieron esa meta. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/lp/dv/98