DESARME: ONU en campaña contra el terrorismo nuclear

La ONU se prepara para contener la nueva amenaza militar de la posguerra fría, el terrorismo nuclear, mientras elabora el borrador de una convención a ser aprobada a fines de este año por su Asamblea General.

Un comité ad hoc de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de 185 miembros, iniciará el 16 de febrero una sesión de dos semanas para formular el nuevo tratado, llamado Convención sobre la Supresión de Actos de Terrorismo Nuclear.

La Federación Rusa, que tiene un papel de liderazgo en el nuevo tratado, preparó un borrador de 20 artículos para las dicusiones del comité. Los rusos destacan que la convención tendrá la capacidad de evitar potenciales actos de terrorismo nuclear.

El objetivo de los ataques terroristas es alcanzar un impacto inmediato y total, y esto puede hacerse con armas de destrucción masiva de materiales radiactivos, destacó Sergey Lavrov, embajador de Rusia ante la ONU,.

El subsecretario general Jayantha Dhanapala, nuevo director del Departamento de Asuntos de Desarme de la ONU, dijo que Kofi Annan, secretario general del foro mundial, ya advirtió sobre nuevas amenazas a la seguridad que constituyen "un nuevo desafío en la proliferación de armas".

En 1980, la ONU adoptó una Convención sobre la Protección Física de Material Nuclear, pero ese tratado no cubre el uso de armas nucleares como instrumento de terror por parte de individuos, grupos rebeldes o estados soberanos.

Unas 100 armas nucleares del tamaño de una maleta están desaparecidas en Rusia, dijo el año pasado en una entrevista televisiva el ex jefe de Seguridad Nacional rusa, Alexander Lebed.

La inteligencia rusa habría adquirido un número no especificado de pequeñas armas nucleares, cada una de menos de 33 kilogramos de peso, que nunca fueron incluidas en un inventario sobre desarme mundial posterior a la guerra fría.

El daño que podría causar un terrorista con una de estas armas es inmenso, a una escala nunca vista desde la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki, destacó John Pastore, secretario de Médicos Internacionales por la Prevención de de la Guerra Nuclear.

Una película de Hollywood titulada "The Peacemaker" (El pacifista), parcialmente filmada el año pasado fuera de la sede de las Naciones Unidas, relata la historia de un contrariado diplomático bosnio que adquiere un arma nuclear del tamaño de una mochila y la lleva a Nueva York para hacerla explotar en el foro mundial.

"Aunque los expertos disentirían con los detalles del escenario del filme, sus premisas básicas son todas ciertas", dijo William Potter, director del Centro de Estudios para la No Proliferación en el Instituto Monterrey de Estudios Internacionales, con sede en California.

Una variedad muy difundida del robo nuclear es el de cientos de toneladas de plutonio y uranio enriquecido en docenas de sitios en la ex Unión Soviética, alertó Potter.

En contra de la sabiduría convencional, una cantidad significativa de estos materiales se encuentra en Belarrús, Georgia, Letonia, Kazajstán, Ucrania y Uzbekistán.

Casi 10 años después del fin de la guerra fría, aún hay unas 30.000 ojivas nucleares en todo el mundo, de las cuales más de 10.000 están en Rusia. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/lp/ip/98

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