Unos 300 presos serán puestos en libertad en Cuba como un gesto muy especial del gobierno de Fidel Castro hacia el papa Juan Pablo II, y no tanto como signo de apertura política.
El portavoz de la cancillería cubana, Alejandro González, informó este jueves que la decisión de poner en libertad a los presos respondió al pedido de clemencia presentado por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Sodano, a raíz de la visita de Juan Pablo II a la isla en enero.
"El cardenal Sodano entregó una lista a la parte cubana de personas que se encontraban en prisión, solicitando clemencia. La misma fue cuidadosamente analizada", dijo González en su habitual encuentro con la prensa de cada jueves.
González no precisó la cantidad total de personas comprendidas en la lista de Sodano, ni si se trataba únicamente de presos políticos. Pero aseguró que 106 ya "se encontraban en libertad".
"Otras varias decenas (de la lista) serán puestas en libertad próximamente, mediante indulto concedido, que está en proceso de aplicación de acuerdo con la ley", agregó.
Como un gesto adicional, el gobierno resolvió indultar a un grupo de más de 200 personas, cuya liberación se justifica por razones humanitarias o de edad, o por problemas de salud.
La decisión respondió a la solicitud del Vaticano de clemencia con personas no incluidas en la lista, independientemente de que hubieran sido encarcelados por delitos político o comunes.
La confirmación oficial sucedió a versiones de prensa difundidas la víspera, según las cuales siete presos políticos habría sido liberado en respuesta al pedido realizado por el Papa.
El portavoz de la cancillería aseguró que las siete personas mencionadas no están incluidas en la lista y que "los rumores difundidos ayer (miércoles) son totalmente falsos".
Según las versiones, difundidas por una fuente de la oposición, los siete prisioneros, seis de los cuales permanecían en ayuno desde hace cuatro meses, fueron puestos en libertad entre el 31 de enero y el 1 de este mes, a condición de que abandonaran el país.
De los seis ayunantes, que durante 115 días sólo ingirieron líquidos, cuatro estaban encarcelados y dos permanecían en detención domiciliaria. Todos fueron ingresados en el hospital San Juan de Dios, de la ciudad de Santa Clara.
La noticia fue de inmediato atribuida a un gesto de Castro a Juan Pablo II, pero trascendidos aseguran que la Unión Europea también pedía desde diciembre la libertad de los ayunantes.
En otras ocasiones, Castro ha respondido de modo favorable ante peticiones semejantes, presentadas por personalidades políticas y religiosas, como el estadounidense Jesse Jackson o la francesa Danielle Miterrand.
La solicitud de clemencia fue entregada en La Habana por Sodano el vicepresidente Carlos Lage, el 22 de enero, en ocasión de la visita del Papa al Consejo de Estado, y mientras Juan Pablo II se entrevistaba en privado con Castro.
El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, dijo ese mismo día que el gobierno cubano recibió los pedidos con gran atención, pero no dio detalles del número de personas que incluía la lista.
El 24 de enero, el diario El Nuevo Herald, de Miami, aseguró que la lista de presos políticos por los cuales intercedió el Papa contenía 34 nombres, revelados un día antes por Amnistía Internacional.
Coincidentemente, en ese documento aparecían los integrantes del ilegal partido Pro Derechos Humanos, que desde octubre ayunaban en protesta por la detención de Daula Carpio, a quien se le imputó el delito de ofensa, y que ahora fueron liberados.
El médico Armando Isaac Ocana, que los atendía, aseguró que los excarcelados son las hermanas Daula y Rosana Carpio Mata, e Iván Lemas y José Manuel Yera. A Juan Antonio Alvarado, Lilian Meneses e Ileana Peñalver se les levantó el arresto domiciliario.
Sólo Rosana Carpio abandonó el ayuno poco después de iniciarlo, debido a su embarazo.
Los excarcelados recibieron el aviso de liberación con la advertencia de que debían salir del país después de recibir el alta médica, de acuerdo con la versión de Ocana.
El anuncio de la cancillería sucedió a la confirmación del gobierno de que no habrá apertura política como la que exige Estados Unidos.
El canciller Roberto Robaina calificó el miércoles de "intolerante" a Washigton, y dijo que Estados Unidos manifiesta "incapacidad para tolerar modelos políticos, económicos y sociales alternativos" al que quiere "imponer al resto del mundo'.
Robaina respondió así a declaraciones de la secretaria de Estado estadounidense Madelaine Albright, quien el martes dijo ante el Senado que el gobierno de Bill Clinton ignorará los acontecimientos de Cuba hasta que no sea subvertido el orden político y constitucional de la isla.
"Cuando uno escucha a una persona con responsabilidad hablar de que en Cuba no hay elecciones, sólo porque éstas no son de su agrado o porque no simpatiza con los elegidos, uno concluye que esa persona está al menos desinformada, si es que no se trata de un alarmante caso de analfabetismo politico', afirmó.
Al referirse a la promesa de la secretaria de Estado de que no descansaría hasta alcanzar un cambio político en la isla aceptado por Estados Unidos, Robaina comentó que "Albright no podrá tener descanso el resto de su vida". (FIN/IPS/da/ff/ip hd/98