Familiares de las víctimas del atentado contra una mutual judía de Argentina en el que murieron 86 personas rechazaron acusaciones del presidente Carlos Menem, que los consideró como un grupo opositor, minoritario y no representativo de la colectividad judía.
Como cada lunes desde el 18 de julio de 1994, en el que voló la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina, familiares de las víctimas y agrupaciones que se solidarizan con su reclamo pidieron justicia y criticaron la impunidad de los culpables.
Este lunes 9 también rechazaron acusaciones que Menem formuló el sábado anterior ante un grupo de dirigentes judíos de Estados Unidos.
"Menem no vaciló en acusarnos de opositores a nosotros, familiares de las víctimas del más grave homicidio múltiple que ocurrió por segunda vez durante su mandato", dijo Laura Ginsberg, de la agrupación Memoria Activa.
Ginsberg recordó además la falta de esclarecimiento del atentado contra la embajada de Israel en 1992, que dejón un saldo de 29 muertos.
Según los indicios de la justicia, el atentado a la mutual fue cometido por un grupo de civiles y policías de la provincia de Buenos Aires y no se descarta que haya vinculaciones con agrupaciones extremistas islámicas, que serían los autores intelectuales del ataque, y los financistas.
"Para Menem todo aquel que reclama justicia y esclarecimiento de crímenes contra la humanidad se convierte automáticamente en un opositor, en un enemigo", lamentó Ginsberg, esposa de un arquitecto que murió en el ataque a la mutual en la que se encontraba haciendo refacciones.
Memoria Activa recibe el apoyo de familiares de desaparecidos durante la última dictadura, y cada vez se identifican más con ellos, en la medida que pasa el tiempo y no se hace justicia.
Las críticas de Memoria Activa fueron muy duras en el último aniversario del ataque, en el que hubo abucheos contra el gobierno y silbidos durante el discurso de uno de los principales líderes de la colectividad judía que, a juicio de los familiares, no los representa porque tienen intereses económicos con el gobierno.
Menem se había reunido el sábado en Nueva York con líderes de la colectividad judía que le reclamaron por la falta de avances en la pesquisa.
El presidente respondió que "pronto" habrá novedades en la causa, pero acusó a Memoria Activa de ser "un grupo opositor, minoritario y que no representa a la colectividad judía" argentina.
También se quejó porque el 18 de julio último los dirigentes de Memoria Activa "agraviaron" a sus ministros.
Después de aquel acto, los dirigentes argentinos de la colectividad judía -también abucheados- fueron a disculparse con el presidente y aseguraron que desconocían el discurso tan crítico que leyeron los familiares.
Norma Lew, madre de un joven muerto en la mutual, comentó este lunes en el acto frente a la sede de la justicia que Memoria Activa no representa a la colectividad judía.
"Somos judíos y no judíos, argentinos y extranjeros que estamos hartos de la impunidad, hartos de caminar por la calle junto a los criminales", afirmó.
En el ataque a la mutual murieron también argentinos que estaban fuera y dentro del edificio, así como dos bolivianos. Uno de los principales objetivos de Memoria Activa fue siempre el de reivindicarse como un grupo de víctimas, sin banderías ni religión.
Grinberg lanzó este lunes una nueva crítica indirecta a las organizaciones judías argentinas al señalar que era "la mayor virtud" de Memoria Activa no estar vinculada a ellas. "No tenemos nada que negociar ni con qué", aseguró.
Lew coincidió con el reclamo que este mismo lunes hizo Laura Bonaparte, de la organización Madres de Plaza de Mayo y que reclama por sus hijos desaparecidos durante la última dictadura militar (1976-1983),
"A pesar de que somos víctimas nos siguen torturando cuando no se hace justicia y todavía nos acusan de opositores. Nos quieren agotar, como a las Madres", advirtió.
Bonaparte perdió a siete familiares (esposo, hijos y yernos) a causa de la dictadura.
En las últimas semanas, junto a otro familiar, presentó un recurso de amparo ante la justicia para frenar un decreto de Menem que se propuso demoler la Escuela de Mecánica de la Armada, un edificio que fue campo clandestino de detención durante el régimen con unos 4.000 prisioneros.
Bonaparte cree que allí pudo haber habido enterramientos clandestinos.
Pero en su apelación, el Ministerio de Defensaó alegó que no le constaba que allí se hubiese torturado o detenido a personas secuestradas, delitos que fueron probados por la Cámara Federal que condenó a los ex comandantes de la dictadura.
"En lo que va del año se nos murieron dos madres, las madres nos estamos muriendo de tristeza, nos quieren agotar con tanta impunidad", denunció Bonaparte.
La dirigenta de las Madres de Plaza de Mayo participó la semana última de una protesta en el Congreso por el fracaso de una sesión convocada para derogar las leyes de amnistía que beneficiaron a más de mil militares represores.
En enero, los organismos de familiares sufrieron otro golpe cuando el ex marino Alfredo Astiz, destituido por Menem hace dos semanas, reivindicó la represión ilegal.
Astiz fue condenado por graves violaciones a los derechos humanos y beneficiado luego con la amnistía.
En su discurso de este lunes, Ginsberg sostuvo que desde hace 187 semanas que los familiares del atentado a la mutual reclaman justicia y no hay avances en la causa a pesar de la colaboración permanente de sus abogados.
Cada lunes, dijo, reciben la solidaridad de otros grupos de familiares de crímenes que permanecen impunes.
Ginsberg aseguyró que el presidente Menem intenta distraer a la población señalando a las víctimas como el enemigo que acecha y agregó que "su intención no pareciera ser otra que hacer el mal".
"Si decir cosas que al presidente no le gustan es ser opositores, entonces seremos opositores pero vamos a seguir reclamando que se haga justicia porque estamos hartos de caminar por las calles junto a los criminales", advirtió a su vez Lew. (FIN/IPS/mv/dg/ip-hd/98