CUBA: Nuevo parlamento revelará el rumbo de Fidel Castro

La instalación de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) de Cuba demostrará este martes hasta qué punto el gobierno de Fidel Castro está dispuesto a promover una renovación desde adentro.

Este órgano legislativo, que funcionará durante los próximos cinco años, deberá elegir en su primera reunión al Consejo de Estado, máximo órgano estatal que actúa entre las sesiones parlamentarias.

Los 601 diputados electos de forma directa en los comicios generales del día 11 votarán en su primera reunión a los presidentes del parlamento y del Consejo de Estado.

Al frente del Consejo de Estado podría ser reelecto Castro, de 71 años, diputado reelecto por 99 por ciento de los votos de su distrito de Santiago de Cuba, a 967 kilómetros de La Habana.

En Cuba, de acuerdo con la Constitución, el presidente del Consejo de Estado encabeza también el Consejo de Ministros, órgano a cargo de la administración pública.

Analistas cubanos previeron el año pasado, antes de que sesionara en octubre el quinto congreso del gobernante Partido Comunista (PCC), la posibilidad de que Castro estuviera abierto a algún tipo de separación de poderes.

Castro concentra los cargos de presidente de los consejos de Estado y de Ministros, de primer secretario del PCC y de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).

El debate público se desarrolló alrededor de la posibilidad de que el vicepresidente Carlos Lage, un médico de 46 años, asumiera la presidencia del Consejo de Ministros, cargo que de hecho está ejerciendo.

Sin embargo, esa opción parece haberse diluido con el paso de los meses y, al menos, no hay señales de que se espere a corto plazo alguna reforma constitucional que abra el camino a la separación de poderes.

De tal suerte, las principales transformaciones se esperan no tanto al máximo nivel cómo en la selección de los 31 integrantes del Consejo de Estado y, en el futuro inmediato, la sustitución de algunos ministros.

El parlamento podría seguir el camino trazado por el congreso del Partido Comunista de garantizar un relevo generacional en la más alta dirección del país, lo que fue entonces considerado por Castro una decisión "difícil pero necesaria".

La renovación condujo a la elección de un Buró Político integrado por representantes de los llamados "dirigentes históricos", de alrededor de 70 años de edad, y de una generación intermedia de entre 40 y 50 años.

Casi la mitad del grupo de elite del PCC quedó integrado por menores de 50 años, mientras el Comité Central sufrió un proceso de "desburocratización" interna al pasar de 225 a 150 miembros.

El presidente de la Comisión de Nacional de Candidaturas, Ernesto Freire, dijo que para la postulación que se presentará al parlamento se tuvo en cuenta la "experiencia, capacidad, aceptación y reconocimiento públicos y representatividad" de los elegidos.

La comisión propondrá a los diputados una lista única de candidados al Consejo de Estado y a la presidencia de la Asamblea Nacional, confeccionada a partir de consultas entre los legisladores.

De ser reelecto, Castro recibiría el mandato por quinta ocasión consecutiva desde la creación de la Asamblea Nacional del Poder Popular en 1976.

Lo mismo sucedería con Raúl Castro, de 66 años, hermano menor del mandatario y ministro de las FAR, quien ostenta el cargo de primer vicepresidente del Consejo de Estado.

Sobre la mesa estará también la reelección como presidente del parlamento de Ricardo Alarcón, un ex diplomático de 60 años que dedica buena parte de su tiempo a las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

La constitución de los máximos órganos legislativo y ejecutivo cubanos cierran un ciclo político inaugurado en octubre pasado, con la elección de concejales y continuado en enero con las elecciones parlamentarias y de órganos provinciales.

Según los informes oficiales, 98,35 por ciento de los electores habilitados acudieron a las urnas. Noventa y cinco por ciento de los votos fueron válidos y 94,39 fueron de apoyo al llamado oficial a sufragar por todos los candidatos.

La boletas en blanco, interpretadas en Cuba como una posible muestra de oposición al sistema electoral que excluye la competencia entre partidos, sumaron 3,36 por ciento de los votos.

Elizardo Sánchez, presidente de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, opinó que las elecciones de enero "significaron renovación de mandatos y la legitimidad del gobierno" de Castro. (FIN/IPS/da/mj/ip/98

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