La negativa del gobierno de Colombia al pedido de la guerrilla de retirar el ejército de una franja del territorio nacional obstaculiza el establecimiento de un diálogo de paz entre ambas partes.
El presidente Ernesto Samper respondió negativamente a las mayoritarias Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que pidieron retirar el ejército de cinco municipios del sureño departamento del Meta donde tienen fuerte implantación para iniciar las negociaciones.
El mandatario propuso a cambio a la guerrilla que defina un sitio ajeno al conflicto armado, preferiblemente en el exterior del país, para iniciar el proceso.
El gobierno recibió en enero el ofrecimiento de España para ser sede del diálogo, pero las FARC rechazaron esa oferta. También México, Costa Rica y Venezuela plantearon a Samper una iniciativa similar.
Según Augusto Ramírez, integrante de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) y ex canciller, la posición adoptada por Samper "dificulta extraordinariamente la posibilidad de que durante esta administración se lleve a cabo el diálogo".
Ramírez, quien se desempeñó como jefe de la Misión de Naciones Unidas en El Salvador, dijo a IPS que para abordar el tema del despeje militar se requiere "la buena voluntad de ambas partes".
El ex canciller señaló, no obstante, que la CCN (que lidera un sector de la iglesia católica) seguirá trabajando para crear "el clima y las condiciones necesarias para que pueda derse el diálogo y la negociación".
Según Samper, "lo importante es crear todas las condiciones que permitan garantizar la vida y el desplazamiento de los negociadores tanto del gobierno como de la guerrilla".
El ministro de Defensa, Gilberto Echeverry, indicó a su vez que el tema del despeje de una zona del territorio no es fundamental para concretar una negociación.
Echeverry admitió que al gobierno de Samper, que concluye sus funciones el 7 de agosto, no le queda ya tiempo para un acuerdo de paz.
Lo mejor que puede hacer es dejarle a su sucesor una estrategia de Estado para negociar, "una sociedad civil motivada, un grupo de paises amigos comprometidos y unas Fuerzas Armadas bien dotadas y mejoradas", observó.
Para el comisionado de Paz de la Presidencia, Daniel García, "cada día que continúa la guerra son muchos los colombianos que sufren su rigor". Temas como el despeje son secundarios, indicó.
Sabas Pretelt, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, dijo que no debe descartarse la posibilidad de un despeje militar "siempre y cuando haya acuerdos completos sobre políticas integrales de paz entre el gobierno y los alzados en armas".
Hasta ahora, las FARC se han negado a responder a planteamientos del jefe de Estado para iniciar conversaciones, ya que estiman que el Ejecutivo ha perdido legitimidad por la denunciada infiltración de dinero del narcotráfico en la campaña electoral de Samper en 1994.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Manuel Marín, que visitó Colombia el fin de semana último, opinó que sólo mediante la solución del conflicto armado en Colombia se podrá asegurar nuevamente el respeto a los derechos humanos (FIN/IPS/tm/dg/ip/98