La muerte de un joven por un error de un médico ecuatoriano llevó a que el trabajo del millar de facultativos extranjeros radicados en Chile haya sido cuestionado.
De acuerdo con los registros oficiales en Chile trabajan legalmente 927 médicos extranjeros, de los cuales 50 por ciento proviene de Ecuador (203), Bolivia (147) y Cuba (116).
Un médico ecuatoriano, Freddy Wilches, fue precisamente responsable de la muerte, en enero, de Mariedith Peña, a la que le adminsitró una doble dosis de anestesia. El mismo día de la muerte de la joven Wilches abandonó Chile.
El título profesional de médicos de diversos países hispanoamericanos es reconocido automáticamente en Chile en virtud del Convenio Andrés Bello (Costa Rica, Ecuador, España y Uruguay) y de acuerdos bilaterales que incluyen a Brasil, Colombia y Perú.
Además de los que trabajan legalmente, otros mil lo hacen clandestinamente, según denunció recientemente Enrique Accorsi, presidente del Colegio Médico.
La masiva presencia de médicos extranjeros llevó desde hace un par de años al Colegio Médico y a otras instituciones del sector a presionar al gobierno para que sean modificados los convenios internacionales que regulan la cuestión.
Los críticos señalan que el Convenio Andrés Bello, por ejemplo, firmado en 1917, debería ser modificado porque cambiaron las condiciones en que se estableció.
Accorsi argumenta que en las décadas del 50 y el 60 las escuelas de Medicina estaban bajo una "estricta tutela estatal", por lo que tenían una malla curricular común, lo que ya no es así.
Para el dirigente "es inconcebible" que un extranjero valide su título profesional con la simple comprobación de su firma en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El Colegio Médico es partidario, junto con la Asociación de Facultades de Medicina de Chile, de crear un sistema nacional de acreditación a través de un examen tanto a los médicos chilenos como extranjeros para autorizar su ejercicio profesional.
En lo nacional, los autores de la iniciativa sostienen que también hay grandes diferencias en la formación de profesionales en las diversas escuelas de medicina existentes.
Sólo 30 por ciento de los extranjeros que se someten a exámenes – porque no están contemplados en acuerdos de validación automática- tiene éxito en las pruebas para revalidar títulos.
La modificación del Convenio Andrés Bello es aceptada por el gobierno (ministerios de Educación y de Salud) y se espera que en marzo el Ejecutivo presente un proyecto de ley que otorgue mayores facultades de autoregulación a los colegios profesionales.
El ministro de salud subrogante, Fernando Muñoz, se mostró partidario de un sistema nacional de acreditación para los médicos, que serviría para modernizar los convenios internacionales en la revalidación de títulos en el área médica.
Desmintió, en tanto, que haya médicos extranjeros trabajando ilegalmente en Chile y dijo que "no existe ningún elemento" que permita afirmar que los médicos foráneos pongan más en riesgo a la población que los médicos chilenos.
En barrios populares de Santiago, a través de organizaciones de base, médicos extranjeros no registrados legalmente atienden a la población cobrando módicas sumas por sus servicios.
La gran mayoría de los extranjeros trabaja en el servicio publico de salud, del cual muchos médicos chilenos prefieren marginarse por los bajos sueldos que allí se percibe. (FIN/IPS/gcm/dm/he/98
