BRASIL: Crisis asiática amenaza producción de caucho natural

Los productores de caucho natural en Brasil enfrentan la amenaza de quiebra, ante la devaluación cambiaria en países asiáticos que dominan 80 por ciento del mercado mundial y el retraso del gobierno en pagar los subsidios fijados por una ley aprobada el año pasado.

La devaluación de las monedas en Indonesia, Malasia y Tailandia, los grandes exportadores de caucho, deprimió los precios, que bajaron de 1.200 dólares la tonelada a cerca de la mitad.

Una recuperación en los últimos dias permitió ventas a 700 dólares la tonelada e indica que el mercado mundial necesitará algún tiempo para acomodarse a nuevos peldaños de precios, según Carlos Alberto Pinto Soares, líder de los productores brasileños.

El gobierno no compró caucho nacional este año, ignorando de ese modo la ley que fija un subsidio de 0,90 reales (80 centavos de dólar) por cada kilogramo del producto.

"La última subasta fué el 23 de diciembre", se quejó Pinto Soares, presidente de la Comisión del Caucho de la Sociedad Rural Brasileña.

Además, el presupuesto gubernamental para este año prevé solamente 20 millones de reales (17,8 millones de dólares) de subsidios, pero sería necesario un total de 54 millones de reales (48 millones de dólares), agregó.

Brasil produjo 56.000 toneladas de caucho natural en 1997 y la meta para este año era de 60.000 toneladas. Pero hay "riesgo de caída" ante la incertidumbre provocada por el gobierno y la depresión de precios debida a la crisis asiática, advirtió.

El retraso de las subastas, que deberían ser semanales, se debe a "cuestiones burocráticas", explicó Savio Pereira, asesor de la Secretaría de Política Agrícola, departamento del Ministerio de Agricultura encargado del asunto.

Como la Secretaria "no es un órgano operacional", el pago del subsidio este año depende de un convenio con la estatal Compañía Nacional de Abastecimiento, y los "análisis jurídicos" retrasan el proceso, según el técnico.

La ley que estableció los subsidios, vigente desde agosto, fue propuesta por el propio gobierno, para impulsar la producción del caucho natural en Brasil, ante la competencia del sudeste de Asia, cuyos precios ya eran muy inferiores a los brasileños antes de la devaluación de sus monedas.

El beneficio se pagó a partir de octubre con créditos especiales, que no exigían etapas burocráticas. Pero este año, como se abona con recursos del presupuesto oficial, son necesarios los trámites legales, explicó Pereira, asegurando que habrá aportes adicionales para subsidiar toda la producción.

Desde los años 70, el gobierno brasileño estimula la heveicultura, el cultivo de la "hévea brasiliensis", el árbol de que se extrae el látex para el caucho, popularmente conocido como "seringueira".

La hévea es originaria de la Amazonia. Por eso Brasil, el mayor productor y exportador de caucho natural hasta el comienzo de este siglo, cuando la demanda del producto creció geométricamente, por el nacimiento de la industria automovilística.

El caucho proporcionó a la Amazonia un periodo de gran prosperidad, hasta que la "seringueira", llevada por los británicos, demostró una productividad mucho mayor en Malasia, destruyendo la economía extractiva amazónica.

Brasil perdió el monopolio y pasó a ser importador del caucho natural. La lucha por recuperar la autosuficiencia está lejos de su objetivo. Las esperadas 60.000 toneladas de este año sólo atenderán 40 por ciento del consumo nacional.

Ese volumen es casi nada ante los 17 millones de toneladas de producción mundial, pero el crecimiento es acelerado. En 1992 Brasil produjo sólo 26.000 toneladas.

El producto importado del sudeste de Asia llega actualmente al país al precio de un dólar por kilogramo para grandes consumidores y de 1,20 dólares para los pequeños, informó Pinto Soares.

Como el costo de la producción nacional es de cerca de 1,65 dólares el kilogramo, el subsidio de 80 centavos permite "equilibrar" la competencia, sostuvo. La situación es "desesperante", pues el gobierno no cumple su propia ley y justamente en el punto alto de la cosecha, que v de diciembre a mayo, advirtió.

"Son 70.000 empleos que estn en riesgo", dijo Pinto Soares. Se trata de la cantidad de trabajadores ocupados en la actividad, segn el representante de los 12.000 heveicultores del país, la mayora de pequeños propietarios de tierras.

La Amazonia aporta 10 por ciento de la producción nacional de látex y allí se desemoeñan, en esa actividad, decenas de miles de trabajadores pobres.

Pero las perspectivas del sector no se conocerán hasta dentro de algunos meses, pues antes debe aclararse la situacion de Malasia, Indonesia y Tailandia, opinó el empresario brasileo.

La competitividad del caucho asiático dependerá de la evolición del tipo de cambio en esos países, de sus costos internos y del fin de los subsidios que éstos aplican, una exigencia del Fondo Monetario Internacional, explicó Pinto Soares. (FIN/IPS/mo/ff/if/98

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