ASIA ORIENTAL: Japón, menos activo que EEUU en operación rescate

Japón revelará el día 20 un paquete de ayuda a las economías de Asia oriental asoladas por la crisis, pero ha recibido críticas por su supuesta resistencia a colaborar, mientras Estados Unidos lidera las operaciones de rescate.

Hiroshi Tada, comerciante de 51 años, se niega a que Japón, desempeñe la función de salvador de Asia oriental en la actual crisis económica, lo cual refleja el sentimiento dominante en su país sobre la crisis de Asia oriental.

"Lo veo a través de mi bolsillo. Mis clientes disminuyeron mucho en los últimos dos años, y ahora solo puedo tener un empleado. Dejo el trabajo a la medianoche y sigo preocupado porque no cubro mis necesidades", dijo Tada, dueño de una tienda de electrodomésticos en el barrio de Saitana, en Tokio.

"Japón debe atender estos problemas antes de acudir en ayuda de otros países", agregó.

Acosados por escándalos de corrupción, desastres bancarios y sus propios problemas económicos, los japoneses no están de humor para ser generosos con sus vecinos.

Mientras persiste la crisis, los países de Asia oriental e incluso Estados Unidos miran hacia Japón, la potencia regional, y lo presionan para que tome acciones a favor de sus propios vecinos.

En medio de tensiones comerciales, japoneses y estadounidenses discuten en cuanto a si la asistencia de Tokio a sus vecinos es suficiente. No solo está en juego la contribución del país a los paquetes de asistencia de agencias multilaterales, sino la apertura de su mercado a las exportaciones asiáticas.

Las expectativas en Asia oriental son altas, pues Japón es el mayor acreedor entre los países del mundo y el principal inversor de Asia.

"Creo que Japón debería ser un poco más activo para ayudar a la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) a recuperarse", dijo esta semana el primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad.

El ministro de Finanzas de Malasia, Anwar Ibrahim, dijo en Tokio, donde está desde el lunes, a su homólogo Hiraku Matsunaga que Japón debería desempeñar un papel activo en la crisis a través de la ampliación de sus exportaciones procedentes del sudeste de Asia.

Japón considera que está cumpliendo esa función. "La acción más efectiva que Japón puede disponer es estabilizarse a sí mismo", dijo el primer ministro Ryutaro Hashimoto.

El viceministro de Finanzas de Japón, Eisuke Sakakibara, negó la semana pasada en el Foro Económico Mundial en Davos que su gobierno estuviera eludiendo el problema. "Hacemos lo mejor que podemos para resolver la crisis asiática y también para mejorar nuestra economía", sostuvo.

El centro del debate actual es el contenido de un paquete de estímulos que Tokio revelará el día 20, que determinará si Japón podrá seguir en la senda del crecimiento económico mientras impulsa su demanda interna de modo de aumentar las exportaciones.

Singapur exhortó a Japón a colaborar con el salvataje de Indonesia a través del respaldo de una iniciativa de financiamiento comercial.

Además de los problemas internos, Japón se ha cuidado de no contraer la enfermedad financiera que sufren sus vecinos. El Ministerio de Finanzas ha efectuado masivas compras de yenes para proteger al país de una debacle de divisas similar a las del sudeste asiático.

Pero algunos economistas japoneses consideran que el país debe ser más activo en la búsqueda de soluciones, y se muestran preocupados de que Estados Unidos lidere los operativos de ayuda a Asia oriental.

Japón es en parte responsable por los problemas financieros regionales, pues sus bancos respaldron inversiones excesivas sin preocuparse por las consecuencias, sostuvo un analista que reclamó reserva sobre su identidad.

Por eso, es natural que se espere más de Tokio.

Algunos analistas advierten que Japón debería comprar más mercancías de las economías del este de Asia para ayudarlas a recuperar el tono del músculo exportador. Tokio debe recordar que su disposición a absorver sus exportaciones lo ayudó a recuperarse luego de la segunda guerra mundial, afirman.

C.K. Kwan, experto del Instituto de Investigaciones Nomura, admitió que existe Japón tiene margen para mejorar su ayuda al este de Asia aunque ya ha sido generoso en su asistencia financiera.

Japón prometió a Corea del Sur 21.000 millones de dólares, más del doble que los 10.000 millones aportados por Estados Unidos.

Los pedidos desde Indonesia, el principal socio comercial de Japón en el sudeste asiático, culminaron con un crédito de 5.000 millones de dólares. Hashimoto prometió una línea de créditos comercial para toda esa región de 18.500 millones de dólares.

Pero esas compresas de dinero no son suficientes para aliviar el dolor económico, originados por crisis de deudas agravadas por la devaluación. Indonesia, por ejemplo, debe 23.000 millones de dólares a bancos japoneses.

Funcionarios de Tailandia dijeron que mientras Japón brindó ayuda financiera tiene malos antecedentes en materia de dar acceso a las economías del sudeste asiático a su mercado.

De todos modos, la insistencia de Washington para que Tokio abra sus mercados no se debe al puro altruismo hacia el sudeste asiático sino a su intención de disminuir su propio déficit con Japón.

Funcionarios estadounidenses ya advirtieron a Tokio que no aceptará que se esgrima la crisis como argumento para enlentecer la apertura comercial japonesa.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Robert Rubin, reclamó una desregulación más acelerada para impulsar la demanda interna de modo de colaborar con la recuperación de Asia oriental, aunque las predicciones señalan que el crecimiento económico de Japón este año podría ser cero o incluso negativo. (FIN/IPS/tra- en/sk/js/mj/if/98

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