(Arte y Cultura) URUGUAY: Cinema Paradiso vive, un pueblo lo rescató

Nadie vinculó la presencia del actor francés Jacques Perrin en enero en Uruguay con la movilización de un pueblo del interior de este país para rescatar un testimonio cultural con hondas raíces en su pasado.

Perrin, que en la película italiana Cinema Paradiso interpretó al personaje que recuerda con nostalgia un desaparecido cine de pueblo en el que transcurrió su niñez, habría podido ver en la localidad uruguaya de Nueva Helvecia un final distinto al de la película de Giuseppe Tornatore.

El 15 de enero, los habitantes de Nueva Helvecia, 120 kilómetros al oeste de Montevideo, firmaron la compra del Cine Helvético, que iba a ser demolido para dejar su lugar a un supermercado.

Los descendientes de los emigrantes suizos, alsacianos y piamonteses que a partir de 1861 poblaron la zona confiaban en que el rescate tuviera una respuesta adecuada.

"La vida cultural, social y hasta amorosa de nuestra generación giró alrededor del cine. Poco tiempo antes de la venta del local convocamos por radio al pueblo para tratar de rescatarlo y el pueblo respondió con creces", dijo a IPS Nélida Beltrán, presidenta de la comisión de rescate del cine.

Entre 1910 y 1985, la sala, con sistema de calefacción y aire acondicionado, fue el eje del pueblo que en el censo de 1996 registró 11.186 habitantes.

El precio de venta del edificio era de 115.000 dólares y aunque la recesión golpea a esta zona agrícola y ganadera, la emoción le ganó la batalla a la caja fuerte.

Tres personas asumieron la responsabilidad de un crédito bancario de 30.000 dólares que se está pagando con el aporte de la población. Tres donantes anónimos dieron 20.000 dólares y el gobierno del departamento de Colonia, donde se encuentra Nueva Helvecia, contribuyó con 25.000 dólares y exoneraciones impositivas.

La población espera conseguir los restantes 40.000 dólares mediante la recaudación de boleterías, nuevos aportes y rifas.

"Parece que la Revolución Francesa al lado de la compra del cine fuera un hecho menor. La gente se abraza por la calle dando rienda suelta a su alegría y llora recordado el pasado con la emoción de haber rescatado parte de su vida", comentó Beltrán.

"Es que el nacimiento de la mayoría de nosotros comenzó a gestarse en las manos de nuestros padres tomadas en la oscuridad de la sala del Helvético", remoró con emoción.

Aunque el cine cerró en 1985, cada tanto se exhibía alguna película al impulso de los sucesores de Abraham Nemer, un emigrante siriolibanés que fundó el cine en un pueblo donde los suizos se dedicaban a la lechería y la producción de quesos y dulces.

El argumento de la última película proyectada en 1995 también pareció marcar una señal. "Viven" narra la lucha por la vida de un grupo de estudiantes uruguayos que hace 30 años, tras un accidente de avión en la cordillera de los Andes, sobrevivió casi dos meses.

El cine será propiedad del pueblo, que lo administrará a través de la asociación civil Centro regional de cultura Cine Helvético, a cuyo nombre quedó el compromiso de compaventa y a la que los tres gestionantes del préstamo le cederán la propiedad cuando se completen los trámites legales.

La sala está ubicada en un pueblo estratégico dentro del departamento de Colonia, uno de los más desarrollados de Uruguay.

A pocos kilómetros se encuentran las ciudades de Rosario, Colonia Valdense, Barker, Juan Lacaze y Colonia, la capital departamental, que será la cabecera uruguaya del puente binacional que la unirá con Buenos Aires.

Beltrán señaló que el propósito de la comisión administradora es inaugurar la sala "con bombos y platillos" en marzo. "Le daremos un ejemplo a los medios periodísticos de Montevideo, de los que hasta ahora no recibimos apoyo", manifestó.

Dada la ubicación de Nueva Helvecia, la comisión pretende que la sala se convierta en un centro cultural regional, donde además de cine también tengan lugar conciertos, ballet y teatro. Para esto será necesario ampliar el escenario, eliminando algunas filas de los 1.080 cómodos asientos del Helvético.

En Uruguay el cine vivió su edad de oro en la década del 50, para luego comenzar a decaer hasta el presente. En 1953, las salas de cine vendieron casi 23 millones de entradas en todo el país, mientras que en los años 90 la concurrencia fue de 1,1 millones de espectadores como promedio anual.

Un estudio de Luis Stolovich, Graciela Lescano y José Mourelle estableció que el cierre de cines y la caída de la venta de entradas se debió a su alto precio, la preferencia por la televisión y el video. (FIN/IPS/rr/ag/cr/98

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