(Arte y Cultura) EEUU: Nueva versión de "Porgy y Bess" retoma el jazz

Una de las mayores paradojas del mundo de la música de Estados Unidos es que "Porgy y Bess", una obra de George e Ira Gershwin en que intervienen el adulterio, la violación, el asesinato y el tráfico de drogas, diera nacimiento a animadas interpretaciones de jazz.

El musical de Gershwin sorprende a las audiencias actuales con su énfasis en el amor del pobre y rengo Porgy por la desafortunada Bess.

Porgy asesina al amante de Bess, pero sólo para perder a ésta en la adicción a las drogas y en el atractivo de la lejana ciudad de Nueva York.

Los personajes de los peldaños más bajos de la escala social creados por Dubose y Dorothy Heyward, libretistas de la producción, son flagrantes estereotipos, y la mayoría mueren o parten tras una amplia gama de desastres.

Por todo esto, "Porgy y Bess" inspiró a músicos de jazz para recrear la música de George Gershwin en formas muy creativas.

En 1958, el trompetista Miles Davis y el arreglista Gil Evans unieron fuerzas para reconfigurar el musical como una suite orquestal que según muchos críticos representó un pico del movimiento de jazz clásico "Third Stream" (tercera corriente).

Louis Armstrong y Ella Fitzgerald también la emprendieron con el género musical, con Armstrong capturando maliciosamente la atmósfera con su trompeta y vocalizaciones llenas de gruñidos en canciones como "There's a Boat Dat's Leavin' Soon for New York" (Hay un barco que parte pronto a Nueva York).

El último músico y arreglista que buscó inspiración en "Porgy y Bess" fue el tenor saxofonista Joe Henderson, quien en los últimos años ganó varios premios Grammy y enormes audiencias en sus tributos a Miles Davis, Billy Strayhorn y otras leyendas del jazz.

El nuevo "Porgy y Bess" de Henderson (en Verve Records) ofrece 10 temas destacados del musical, interpretados por una banda con el pianista Tommy Flanagan, el guitarrista John Scofield y otras figuras.

Lo interesante del álbum es que, después de tantas interpretaciones interesantes anteriores, la banda de Henderson ofrece una lectura relativamente limpia, aunque frondosamente romántica del musical.

El propio saxofonista toma varias de las melodías de Gershwin, destacando sus notas melancólicas con toques suaves y vibrantes.

En canciones como "I Got Plenty o' Nuttin" (Tengo mucho de nada) y "Bess, You Is My Woman" (Bess, eres mi mujer), la banda toca rápidos "hard-bop" antes de unirse en improvisaciones lentas y consistentemente melódicas que demuestran porqué los artistas del jazz aman a Gershwin: por su musicalidad.

Mientras "I Got Rythm" (Tengo Ritmo) de Gershwin dio nacimiento a una serie entera de improvisaciones de jazz en la era del swing, los artistas modernos continúan explorando sus inventivos cambios de cuerdas y su enfoque peculiar, en "Porgy y Bess", de la rica tradición afro-estadounidense del blues.

La diferencia clave entre el "Porgy y Bess" de Henderson y la colaboración Davis-Evans es que el álbum de 1958 combinó motivos de blues, especialmente en la interpretación de Davis, con un fondo austero y semiclásico, mientras Henderson coloca el blues en primer lugar.

La nueva versión también incluye un regalo: versiones vocales de las estrellas del pop Chaka Khan y Sting en dos temas que interrumpen el musical con aplausos del público, "Summertime" (Tiempo de verano) y "It Ain't Necessarily So" (No es necesariamente así).

Henderson ya concitó ciertas críticas. En los últimos años, el jazz y la música pop se apartaron tanto que a los ojos de los puristas del jazz cualquier cruce de fronteras con el pop es desafortundado.

El único elemento enigmático del álbum es lo que sugiere sobre el mercado del jazz moderno. Joe Henderson, uno de los primeros saxofonistas del hard-bop hizo en los últimos años álbumes que parecen más un proyecto que una colección de canciones: tributos a Miles, Strayhorn y Antonio Carlos Jobim, una gran aventura de banda, y ahora "Porgy y Bess".

Los tributos revitalizaron la carrera de Henderson, pero también dejaron a los oyentes esperando que el saxofonista presente álbumes de jazz sin temas generales. En el mercado del jazz moderno, sin embargo, los álbumes de música nueva se convierten en una rareza. (FIN/IPS/tra-en/fah/lp/cr/98

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