(Arte y Cultura) CINE-PERU: La historia de una mujer llamada Coraje

Una película sobre la guerra civil en Perú, que dejó un saldo de 30.000 muertos y desaparecidos entre 1980 y 1993, comenzó a rodarse en Lima. Narra la historia de una dirigente popular asesinada en 1992 por la organización guerrillera Sendero Luminoso.

Olenka Cepeda, actriz y feminista peruana, encarnará a María Elena Moyano, una militante izquierdista conocida como "Madre Coraje". Otro de los papeles protagónicos está a cargo de la española Rosana Pastor, ganadora del premio Goya de 1996 a la Revelación del Año.

El filme, coproducido por empresas locales y de España, es el segundo sobre la guerra civil en Perú, cuenta con un modesto presupuesto de 800.000 dólares y un plan de rodaje de seis semanas.

Alberto Durand, el autor de la obra, no conseguía financiamiento hasta que logró interesar a la empresa española Fernando Colomo Producciones y a la entidad organizadora del Festival de Cine de Rotterdam, después de ganar un concurso de guiones en 1996.

La película fue gestada en 1993, un año después de que Moyano fuera asesinada por Sendero Luminoso para someter a los dirigentes de las barriadas que circundan Lima.

El rodaje comenzó el 13 de febrero, fecha del sexto aniversario de la muerte de la dirigente social, y en el mismo sitio donde fue acribillada y dinamitado su cadáver: Villa El Salvador.

Una de las primeras escenas que se filamaron fue el gigantesco cortejo fúnebre organizado por la población para rendirle homenaje.

"Moyano es una figura emblemática del frente socialista Izquierda Unida, fue presidenta de la Federación de Mujeres de Villa El Salvador y la asesinaron por oponerse a los métodos terroristas de Sendero Luminoso", comentó la socióloga María Esther Aguilar.

Aguilar recordó que en 1992 este grupo guerrillero parecía a punto de capturar Lima, los sectores más ricos se fortificaban en sus residencias y se rodeaban de guardaespaldas, mientras la clase media trataba de vender sus casas y automóviles para escapar del país.

Sendero Luminoso se retiraba de las serranías andinas empujado por las organizaciones paramilitares campesinas, a las que el gobierno dotó de armas de fuego para que defendieran sus aldeas y comunidades.

Los dirigentes senderistas decidieron entonces trasladar la acción armada a Lima, con el propósito de ganar en la ciudad la guerra que estaban perdiendo en el campo. La táctica consistía en forzar el colapso político del gobierno estrangulando a la capital peruana desde los barrios periféricos.

Al asumir esa táctica, Sendero Luminoso tropezó con Izquierda Unida, frente fuerzas marxistas de extracción sindical y política, cuyos bastiones electorales están en esa zona.

Para abrir un espacio político en esos barrios perífericos, Sendero Luminoso, de orientación maoísta, apeló a los mismos métodos que le dieron resultado al principio en las sierras, utilizando la intimidación colectiva y la eliminación física de los dirigentes que se le oponían.

Numerosos dirigentes barriales fueron doblegados, obligados a huir o asesinados. Además de Moyano, también fueron muertos los sindicalistas Pedro Huillca y Saúl Cantoral, y el dirigente campesino Macedonio Morón.

El alcalde izquierdista de Villa El Salvador, Michel Azcueta, resultó herido de gravedad en una emboscada, mientras que en la barriada de Huaycan fue asesinada Pascuala Rosado, dirigente de los clubes de madres.

Dos días antes de su muerte, Moyano había encabezado un desfile popular en su barrio contra el terrorismo político, una manifestación similar a las que había organizado antes contra la represión militar y policial, y que le había costado la prisión en varias oportunidades.

Moyano fue asesinada frente a sus hijos cuando asistía a un acto público organizado por un Club de Madres por un hombre que se le acercó y le disparó a la cabeza, para luego colocarle un cartucho de dinamita sobre el vientre que la despedazó.

La película muestra a Moyano tanto en su actividad de dirigente social como en su vida privada: maestra convertida en agitadora política, alfababetizadora de otras mujeres del barrio, enfrentando por igual al gobierno y a Sendero Luminoso, dice Cepeda.

Resalta su perfil de mujer luchadora, las relaciones con sus hijos y esposo, su frustrado intento de conseguir asilo para sus hijos en España cuando se enteró que Sendero Luminoso la había condenado a muerte, narra la actriz.

"He tratado de tener un acercamiento lento y minucioso hacia María Elena. Vi los videos que se filmaron sobre ella, hablé con las mujeres de Villa El Salvador que compartieron sus horas de lucha en medio del terror", señaló. (FIN/IPS/al/dm-ag/cr/98

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