El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el colombiano César Gaviria, llamó hoy en Venezuela a los gobiernos del continente a sanear las campañas electorales a fin de rescatar el funcionamiento de la democracia del descrédito popular.
Gaviria inaguró en Caracas una reunión de representantes gubernamentales sobre las contribuciones en las campañas electorales, que calificó como el primer paso "en un empinado camino" para establecer compromisos colectivos de transparencia en los comicios.
El también ex presidente de Colombia (1990-94) indicó que la promoción de controles a los fondos electorales tiene cuatro objetivos: evitar la corrupción, promover la igualdad política como contrapeso a la plutocracia, reducir el costo de las campañas y mejorar la credibilidad en los sistemas políticos.
En el encuentro de dos días, delegados de 30 de los 34 países que conforman la OEA -todos los americanos menos Cuba- y funcionarios de nueve naciones observadoras de los demás continentes intercambiarán experiencias sobre las respectivas legislaciones para controlar los fondos electorales.
El "inventario" de controles, su eficacia real y los problemas para poner diques reales a la corrupción electoral servirán para diseñar medidas concretas de aplicación general, que pasarían a estudiarse en la asamblea general de los 50 años de la OEA, que se realizará aquí en junio.
El canciller venezolano, Miguel Angel Burelli, dijo que la promoción de la transparencia electoral es una exigencia popular a la que sería peligroso no prestar atención porque la credebilidad de la democracia pasa por un sistema electoral seguro y confiable.
Burelli pidió a los partidos una autocrítica sobre cómo cambiaron programas e ideologías por maquinarias, con el resultado de que "el dinero secuestró a la política" y los procesos comiciales se convirtieron en un "largo, ruidoso y costoso" torneo, "donde medraron los intrusos".
Para el canciller venezolano, la falta de control de la proveniencia de los fondos facilitó "la ruina acelerada de la democracia" y que las campañas fueran el objetivo de quienes querían lavar capitales mal habidos o "comprar parcelas de poder" para aumentar sus fortunas.
Organizaciones de la mujer en los países andinos determinaron en un reciente encuentro que incluso lo que fue visto como un triunfo democrático, el voto uninominal, se transformó por el problema de los recursos en "una privatización" electoral, que favorece a los candidatos ricos o con grupos económicos detrás.
Gaviria precisó en una rueda de prensa posterior que "el comprobado" ingreso de dinero del narcotráfico en la campaña electoral de su sucesor, el actual presidente Ernesto Samper, facilitó la toma de conciencia sobre el peligro de la perversión de ese delito en la política latinoamericana.
El máximo funcionario de la OEA convino en que el ingreso de fondos del narcotráfico en las campañas de América es el peligro más urticante de corrupción electoral, pero resaltó que no es el único y que hay que establecer controles que impidan que la política quede ilegítimamente subordinada al poder económico.
"Se trata de un problema en el que pareciera que no hay nadie que pueda tirar la primera piedra", indicó, pero también adujo que había campo para el optimismo porque hace poco tiempo "hubiera sido impensable que se diera una reunión como ésta".
Gaviria no consideró que la solución para los denunciados rebrotes de autoritarismo en la región pase exclusivamente por la existencia de sistemas electorales libres y transparentes, porque las raíces de ese fenómeno son mucho más complejas.
Las amenazas de autoritarismo se nutren en la pobreza, la corrupción general, las fallas de la justicia y la ineficacia de los gobiernos democráticos, indicó el secretario de la OEA.
Gaviria no quiso asumir que el respaldo notable a las candidaturas presidenciales de antiguos cabecillas golpistas en Paraguay y Venezuela o el "estiramiento" de la legalidad para una nueva reelección en Argentina y Perú, representen un rebrote del autoritarismo en América Latina.
Pero subrayó que lo importante no es que existan amenazas autoritarias sino que los regímenes democráticos tengan respuestas adecuadas ante ellas.
En su discurso ante los participantes en el encuentro, Gaviria aseguró que la democracia llegó a la región "para quedarse para siempre".
Pero aseguró que no se puede olvidar la histórica sentencia del hispanista estadoundiense Archer Huntington: "cuando la memoria de los defectos del autoritarismo se marchita, es posible que aumente la irritación ante los defectos de la democracia".
Burelli y Gaviria coincidieron en que la brevedad de las campañas es el primer paso para evitar que su costo alimente la corrupción electoral.
Los países de otros continentes que aportarán sus experiencias de control electoral son Bélgica, Egipto, España, Gran Bretaña, India, Japón, Líbano, Rumania y Rusia.
Durante el encuentro se analizarán las circunstancias políticas, económicas y sociales en que se producen las contribuciones a las campañas, así como la naturaleza, origen y equidad de los aportes electorales.
También se estudiarán las normas legales para controlar el financiamiento de las campañas y las alternativas para prmover una permanente cooperación e intercambio de experiencias positivas y negativas para mejorar la transparencia electoral. (FIN/IPS/eg/dg/ip/98