La lógica del mercado globalizado debe convivir sobre nuevas bases con la de la democracia, para responder a los desafíos de la sociedad del siglo XXI, afirmó el ex presidente de Bolivia Jaime Paz Zamora.
Paz Zamora participó hasta este sábado junto a unas 30 personalidades españolas y latinoamericanas en un seminario realizado en el histórico monasterio de Guadalupe, en la provincia española de Extremadura, que conserva las dos primeras actas de bautismo de indígenas americanos y la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Entre otros, asistieron Domingo Laíno, candidato a la presidencia de Paraguay, el ex presidente ecuatoriano Rodrigo Borja, el Contralor General de la República de Paraguay, Daniel Fretes Ventre, el obispo chileno Jorge Hourton, el rector de la Universidad de Uruguay, Jorge Brovetto y el ambientalista chileno Raúl Brañes.
La globalización de la economía y de las relaciones internacionales y sus efectos sobre América Latina se convirtió en el tema central del debate.
Laíno señaló que la globalización es una realidad, cuya existencia no cabe negar ni atribuir a "fuerzas maléficas". No obstante, añadió, es un fenómeno "que puede y debe ser podado", como se hace con un árbol para que crezca y se desarrolle en el sentido más conveniente.
Borja, en cambio, definió a la globalización como "un instrumento de hegemonía política y económica que tienen los países poderosos", mediante "la conquista de mercados o la colocación de sus excedentes de producción".
La globalización, prosiguió Borja, responde al interés de Estados Unidos, con un mercado mundial denominado "libre", pero que está controlado por las empresas transnacionales "hasta el mínimo detalle". A su juicio, "el neoliberalismo es la libertad del zorro en el gallinero".
El economista y ex ministro argentino Aldo Ferrer advirtió que no debe incurrirse "en una visión exagerada de la globalización". Lo importante ahora, destacó, es que las decisiones ya no se adoptan exclusivamente a nivel nacional, sino que cada vez se ceden más porciones de soberanía.
Ferrer también relativizó la importancia que se atribuye a la mundialización de los flujos financieros. Las corporaciones internacionales no suman más de cinco por ciento del total de las inversiones en el mundo, ya que el ahorro interno de los países es responsable de más de 90 de la inversión mundial, puntualizó.
Los participantes coincidieron en que son necesarias actuaciones referidas a la globalización, para que los países se beneficien de sus aspectos positivos y se protejan de los negativos.
En ese sentido, Borja expresó que "se debe remodelar el Estado para que sea instrumento del desarrollo humano".
El presidente de española Región Autónoma de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, opinó que el Estado no puede ser considerado un mero portador de servicios.
Rodríguez Ibarra se preguntó: "¿Acaso la educación, la jubilación, la sanidad y la cultura deben ser considerados servicios y no derechos fundamentales de las personas?".
Si se aceptase que son servicios, explicó, se debería admitir la tesis neoliberal de que los servicios se prestan cuando hay recursos y cuando faltan se deja de prestarlos.
"Algo tiene que hacer el Estado, pues las lógicas de la democracia y del mercado, aunque sean antagónicas, deben convivir", indicó Paz Zamora.
El fin de siglo, agregó el político boliviano, asiste a "la revolución de la democracia, como una toma de conciencia de todos los pueblos, que levantan nuevas y múltiples exigencias". Esos pueblos, además, "cuestionan las intermediaciones, en especial de los políticos, de los partidos y de las instituciones".
De ese cuestionamiento, prosiguió, y de un nuevo papel de la sociedad civil organizada horizontalmente, saldrán las respuestas al desafío de la globalización.
Ferrer, por último, dijo que la globalización será gobernada si existe voluntad política pata hacerlo, ya que el problema no es técnico sino político.
Agregó que hay instrumentos para gobernarla y mencionó, como ejemplo, el tratamiento que Chile aplica a las inversiones extranjeras, lo que le ha permitido sortear las tormentas financieras internacionales. (FIN/IPS/td/ff/ip/98