Los cancilleres del Grupo de Río y de la Unión Europea (UE) convinieron hoy en Panamá en avanzar hacia nuevas formas de integración y centrar la cumbre de ambos bloques en asuntos políticos, económicos, culturales y educativos.
La cumbre prevista para abril de 1999 en Río de Janeiro "representa una oportunidad singular para reforzar la colaboración y amistad" existente, indica la "Declaración de Panamá".
Esa cumbre ambientará "los diálogos políticos entre las regiones", orientará las relaciones hacia "una nueva asociación" e impulsar "un avance cualitativo en la cooperación y en el intercambio económico entre América Latina y el Caribe y la UE".
Según el Sistema Económico Latinoamericano (SELA), la relación de intercambio entre ambas regiones muestra signos crecientes de deterioro en contra de América Latina.
Luego de presentar un superávit de 9.200 millones de dólares en 1990, la relación se invirtió hacia 1996, cuando los países de América Latina alcanzaron un déficit de 13.200 millones de dólares en su balanza comercial con la UE.
Con respecto a la integración en América y en Europa, la declaración adujo que los avances alcanzados en ese propósito "contribuyen a crear un clima que favorecerá el desarrollo económico y social dentro de cada región y entre ellas".
En atención al déficit comercial que mantiene América Latina con la UE, los cancilleres se comprometieron a analizar las causas que lo provocaron.
También expresaron su rechazo categórico a toda medida comercial unilateral y con efecto extraterritorial "por ser contraria al derecho internacional y a las reglas de la OMC", y advirtieron que "ese tipo de prácticas supone una grave amenaza al multilateralismo".
Aunque no lo señala por su nombre, la Declaración de Panamá se refiere a las sanciones económicas que aplica Estados Unidos contra Cuba, en particular la polémica ley Helms-Burton promulgada por el Congreso de ese país hace dos años.
En materia de cooperación destaca su apoyo "a todas las medidas que promuevan los derechos de la mujer y su participación en los procesos de toma de decisiones".
Se convino reforzar la cooperación científica de excelencia, para favorecer la participación de los países latinoamericanos en el Quinto Programa Marco Europeo de Investigación y Desarrollo 1998-2002.
Los derechos humanos, las libertades fundamentales, los principios democráticos y el pluralismo político son los valores que constituyen la base de la colaboración y del diálogo político entre el Grupo de Río y la UE.
La Declaración establece el apoyo a la educación como pilar esencial de las sociedades democráticas, promoción del desarrollo sostenible, desarrollo de los recursos humanos, condena la xenofobia y "todas las formas de discriminación racial, política, religiosa y cultural".
Condena también los actos de terrorismo "en todas sus formas y manifestaciones" y reafirma que los "principios de corresponsabiilidad y cooperación internacional son esenciales para afrontar y combatir eficazmente el problema de las drogas y delitos conexos.
Tras expresar que la lucha contra el narcotráfico "no puede enfrentarse de manera unilateral (o) a través de legislaciones internas con efecto extraterritorial, sino que se debe avanzar hacia un escenario multilateral", la Declaración instó a que se apliquen medidas para reducir la demanda y la oferta.
En tal sentido, se recomienda celebrar una reunión entre la UE y el Grupo de Río previa al período extraordinario de sesiones de las Naciones Unidas en junio, dedicada al combate contra el narcotráfico. (FIN/IPS/sh/ag/ip-if/98