Los ocho países que integran el Pacto Amazónico decidieron establecer una Secretaría Permanente del organismo, para reforzar su cooperación en favor de un desarrollo sostenible en la mayor cuenca hidrógrafica del mundo.
El canciller de Venezuela, Miguel Angel Burelli, informó este jueves que la Secretaria tendrá su sede en Brasilia y comenzará a operar en uno o dos años. En tanto, el país mantendrá la Secretaría rotatoria, que asumió en 1997.
El Pacto Amazónico, que el 3 de julio cumple 20 años, agrupa a Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela, unidos en el interés de proteger la mayor reserva ecológica del planeta y, al mismo tiempo, salvaguardar su soberanía colectiva en la apetecida área.
Víctor Carazo, secretario pro tempore del Pacto, recordó que la cuenca amazónica es más extensa que Australia, con 7,2 millones de kilómetros cuadrados, y alberga el bosque húmedo más extenso del mundo.
El secretario explicó en un acto en que se dio inicio a la conmemoración de los 20 años del Pacto que los ocho países están interesados en la "defensa multilateral" de la Amazonía, con el apoyo de la comunidad internacional.
El canciller Burelli puntualizó que los integrantes del Pacto también se unieron para enfrentar "los fundamentalismos" que quieren quitarles el territorio, en referencia a las iniciativas surgidas en países industrializados de definir a la Amazonía como una reserva internacional, por su valor ambiental.
Burelli explicó que la preservación de la Amazonía se va a beneficiar en poco tiempo por dos satélites brasileños a través de los cuales operará el Sistema de Vigilancia de la Amazonía y el Sistema de Protección de la Amazonia.
El costo de los dos sistemas será de unos 1.400 millones de dólares, a cargo de Brasil, pero los otros siete países podrán acceder a ellos mediante acuerdos específicos ya negociados.
Carazo indicó que el Pacto ha mostrado que la integración es la mejor vía para promover un desarrollo sostenible, o ecológicamente concebido, donde no se trata únicamente de preservar intocadamente un recurso, sino de administrarlo de manera que no se dañe su valor ambiental.
María Elena Medina, coordinadora técnica de la Secreatria Pro Tempore, indicó que en la cuenca se concentra la mayor reserva de agua dulce del mundo, 56 por ciento de los bosques tropicales, 50 por ciento de las especies vegetales y animales, muchas aún desconocidas por la ciencia.
Pero destacó que uno de los mitos de la Amazonía es que se trata de una región inhabitada, cuando en su cuenca se asientan 22 millones de habitantes y 379 pueblos indígenas, con una tradición milenaria, como la de la etnia yanomami.
Medina detalló que 60 por ciento de la población amazónica es urbana y destacó las ciudades de Iquitos, en Perú, y Manaos y Belem do Para, en Brasil, como las más pobladas.
Añadió que además de impulsar el equilibrio entre crecimiento y preservación, los ocho países tienen en su agenda para el nuevo siglo mejorar el nivel de vida de los habitantes de la cuenca, incorporar sus territorios al desarrollo del país, apoyar su integración física y promover el turismo ecológico.
Medina recordó que una alta proporción del territorio amazónico está protegido por figuras legales de preservación que facilitan lo que se denomina "el desarrollo en pie" y restringen la economía extractiva, pese a la existencia en la cuenca de grandes riquezas minerales.
En Venezuela, por ejemplo, una moratoria instituida en 1989 prohibe la explotación minera en el estado de Amazonas por 50 años, y existe una reserva de biósfera donde tiene su asiento el pueblo yanomami, que habita en este país y Brasil.
Pero ambientalistas de organizaciones locales e internacionales critican la explotación creciente de la Amazonía, por parte de todos los países de la cuenca, que sucumben ante intereses económicos muy fuertes.
Además, indican la falta de vigilancia del inmenso y selvático territorio, lo que paulatinamente convierte la región en asiento de explotadores ilegales de oro, piedras preciosas y otros minerales, además de traficantes de drogas y ganaderos y grandes empresarios madereros. (FIN/IPS/eg/ag/ip-en/98