SUDAFRICA: Inversiones de EE.UU. superan nivel del apartheid

La inversión de Estados Unidos en Sudáfrica superó por lejos el nivel de la época del apartheid, de acuerdo con el Centro de Investigación para la Inversión Responsable (IRRC), con sede en esta capital.

Compañías estadounidenses ingresaron y ampliaron sus operaciones en Sudáfrica a un ritmo casi dos veces más rápido que el de las empresas de todos los otros países combinados, informó el IRRC.

El Centro jugó un papel clave en la campaña de los años 80 para persuadir a las grandes empresas de no invertir en Sudáfrica durante el apartheid (régimen de segregación racial institucionalizada).

En realidad, más de la mitad de las empresas transnacionales que ingresaron a Sudáfrica en los últimos tres años tienen sede en Estados Unidos, y las compañías estadounidenses poseen casi 10.000 millones de dólares de activos en ese país.

"Como resultado, la presencia de Estados Unidos en Sudáfrica superó los niveles de inversión de comienzos de la década de 1980", afirmó Peter de Simone, jefe del Servicio de Africa Austral del IRRC.

El movimiento contra el apartheid, que cobró fuerza a comienzos de los años 80, presionó a las grandes compañías estadounidenses a abandonar Sudáfrica en protesta contra la segregación racial.

En primer lugar, los activistas persuadieron a autoridades universitarias y gobiernos estaduales y locales de Estados Unidos de aprobar reglamentos de contratación selectiva o leyes que les prohibieran contratar a empresas que invertían en Sudáfrica.

Para 1990, 26 de los 50 estados y más de 100 gobiernos locales, incluidos los de algunas de las mayores ciudades de Estados Unidos, habían aprobado tales leyes y reglamentos.

Las medidas revirtieron eficazmente el crecimiento de la inversión directa de Estados Unidos en Sudáfrica, que había crecido de unos 500 millones de dólares en 1966 a 2.600 millones en 1981.

Antes de 1990 se habían retirado de Sudáfrica 214 de las 324 empresas estadounidenses con inversiones en ese país, y la inversión total se había reducido a poco más de 700 millones de dólares.

La salida de capitales contribuyó en forma significativa a la contracción de la economía sudafricana y más tarde a la decisión del gobierno del entonces presidente Frederick de Klerk de abandonar el apartheid.

Entre las empresas que rompieron sus vínculos con Sudáfrica se encontraban algunas de las mayores del mundo, como Ford, General Motors, Mobil Corporation, RJR Nabisco, IBM y Coca-Cola.

Debido a las incertidumbres de la transición pos-apartheid, muchas de esas compañías demoraron en retornar a Sudáfrica, y las que nunca habían invertido en el país dudaban en hacerlo.

Pero la inversión estadounidense en Sudáfrica volvió a cobrar velocidad desde 1994, el año en que Nelson Mandela asumió la presidencia tras las primeras elecciones plenamente democráticas del país y el presidente estadounidense Bill Clinton designó a Sudáfrica como una de los 10 mercados emergentes del mundo.

El número de empresas estadounidenses con inversiones en Sudáfrica casi se triplicó desde 1991 al pasar de 104 a 296 en la actualidad, de acuerdo con el IRRC.

Los activos de las empresas estadounidenses en Sudáfrica sumaban 3.000 millones de dólares a comienzos de los años 80. Actualmente superan los 9.500 millones de dólares, estimó el IRRC. (FIN/IPS/tra-en/jl/ml/if/98

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