El desde hoy secretario (ministro) de Hacienda de México, José Gurría, mantendrá la "inquebrantable disciplina fiscal" que "permite al país alcanzar crecimiento económico con estabilidad", dijo el presidente Ernesto Zedillo.
Gurría se desempeñaba como canciller y reemplazó a Guillermo Ortiz, artífice de la recuperación económica alcanzada tras la crisis que estalló a fines de 1994, quien fue nombrado, a su vez, gobernador del Banco Central.
El nuevo secretario de Hacienda, licenciado en Economía con estudios en Gran Bretaña y Estados Unidos, asume el cargo cuando las cifras macroeconómicas registran mejoras y los analistas vaticinan un buen año, aunque persisten grandes rezagos en materia social.
Antes de desempeñarse como canciller, Gurría ocupó varios cargos en el área económica, entre ellos la dirección de la negociación de algunos capítulos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC). Su designación fue bien recibida en medios financieros nacionales.
El nombramiento de Gurría no tuvo mayor impacto sobre los mercados de dinero y la Bolsa de Valores, según informes de especialistas.
Zedillo informó que con el cambio en la Secretaría de Hacienda el gobierno cumplirá con su objetivo de sentar las bases de un desarrollo económico sostenido más allá del 2000, cuando concluya su gestión.
En 1998, el producto interno bruto mexicano crecerá más de cinco puntos, la inflación será menor a 12 por ciento, se crearán cerca de un millón de empleos y la inversión extranjera directa superará los 9.000 millones de dólares, según las previsiones oficiales.
La inversión foránea cubrirá el déficit fiscal previsto de alrededor de dos por ciento.
El producto interno bruto repuntó 7,1 por ciento en 1997, una de los mejores rendimientos registrados en varias décadas.
Empresarios y analistas sostienen que México tiene hoy una economía fuerte, con variables estables y resistente a problemas financieros que se originen fuera de sus fronteras.
Sin embargo, también reconocen que la recuperación alcanzada luego de la crisis de fines de 1994 no logró solución para los problemas sociales.
Más de 40 millones de pobres, altos porcentajes de desnutrición, subempleo, concentración del ingreso, rezagos en materias como justicia y limitaciones para ampliar los servicios médicos son parte de un paisaje que Zedillo promete cambiar.
Gurría pasa a ser el nuevo secretario de Hacienda, luego de desempeñarse durante tres años como canciller, cargo en el que cosechó múltiples críticas de opositores que le endilgaron subordinación a la política exterior de Washington. (FIN/IPS/dc/mj/ip if/98