IRAN-EE.UU.: Acercamiento beneficiaría a Washington en el Golfo

Una respuesta favorable de Estados Unidos a la invitación del presidente de Irán a poner fin a casi dos décadas de hostilidad podría beneficiar a Washington en sus esfuerzos por retener influencia en el Golfo, rico en petróleo, señalaron observadores políticos.

La apertura del presidente iraní Mohamed Jatami, quien intenta reaproximarse a Estados Unidos con gestos, declaraciones y aún designaciones en su gabinete a pesar de la resistencia del clero radical, coincide con un momento en que países árabes clave están acercándose a Irán, al que Washington intentó aislar.

En una entrevista sin precedentes otorgada a la cadena noticiosa CNN en Teherán, el líder iraní se acercó tanto como se atrevió a Estados Unidos, en desafío a las fuertes protestas anti- estadounidenses en su país.

"Al echar a rodar la pelota, el presidente Jatami se aseguró un futuro azaroso, si no prometedor, en cuanto a las relaciones de Teherán con Washington", dijo un diplomático.

La abrumadora victoria electoral de Jatami el pasado mayo significó un gran apoyo popular a sus esfuerzos por cambiar la política exterior del país, dado que muchos iraníes están cansados de ser considerados por Occidente como un estado paria.

Más de la mitad de los 50 millones de iraníes son demasiado jóvenes para recordar al sha respaldado por Estados Unidos, Reza Pahlevi, quien fue derrocado en 1979 por la revolución islámica. Para la nueva generación, la consigna revolucionaria "Muerte a Estados Unidos" tiene escaso significado.

Los carteles con la consigna fijados en los hoteles de Teherán sólo fueron removidos el año pasado, antes de la cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica que se celebró en diciembre.

Mientras, el semanario Aban informó que el ejército ordenó a sus soldados detener la quema y el pisoteo de la bandera estadounidense.

Aunque el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, continúa criticando duramente a Estados Unidos, la apertura de Jatami al diálogo no provocó la embestida esperada de los fundamentalistas islámicos.

Washington cortó relaciones con Teherán luego de que militantes leales al gobierno revolucionario tomaran la embajada de Estados Unidos en 1979.

Jatami expresó en lengua persa su pesar por el hecho, en que 52 estadounidenses fueron mantenidos como rehenes durante 444 días.

Días después de la tentativa de acercamiento sin precedentes de Jatami hacia Washington, la prensa iraní continuaba comentando cada una de sus frases.

Jatami, el primer líder iraní en dirigirse al pueblo estadounidense por televisión desde la revolución, instó a hacer "una grieta en el muro de la desconfianza" entre ambos pueblos, aunque no realizó una propuesta directa de diálogo entre los dos gobiernos.

Aunque varios periódicos iraníes aprobaron la actitud de Jatami, muchos otros criticaron sus suaves palabras contra lo que los conservadores denominan "el gran Satán".

El diario Jamhouri Islami lamentó las "excusas" presentadas por Jatami por la toma de la embajada y señaló que el difunto ayatolá Ruhollah Jomeini, el líder de la revolución islámica, consideró el secuestro como "una segunda revolución" que no amerita disculpa alguna.

Mientras, el periódico Kayhan publicó que, "en lugar de expresar pesar por tales incidentes, hubiera sido mejor hacer saber a los estadounidenses las pérdidas que sufrió el pueblo iraní debido a la dominación de la cultura y la civilización occidental".

Un diplomático occidental establecido en Abu Dhabi dijo a IPS que, así como los estadounidenses quedaron traumatizados por la crisis de los rehenes, los iraníes no pueden olvidar que el Congreso asignó 20 millones de dólares para derrocar al gobierno de Teherán, para no mencionar otros asuntos.

"Enemigos jurados no pueden hacerse amigos de la noche a la mañana. Basta con decir que el presidente Jatami, opuesto a los conservadores de su país, abrió un nuevo camino", añadió.

Mientras, la prensa de los estados árabes del Golfo aprobó el discurso de Jatami y estuvo de acuerdo en que Estados Unidos se favorecería al respaldar las fuerzas moderadas de Irán, representadas por su actual presidente.

"La situación geopolítica comenzó a cambiar rápidamente en Medio Oriente tras la guerra fría. Se están abriendo nuevas oportunidades económicas. Los aliados europeos de Washington ya se han dado cuenta de esto, y Estados Unidos no puede quedarse atrás", publicó The Gulf Today, de Emiratos Arabes Unidos.

Los comentarios de Jatami ya llevaron al gobierno del presidente estadounidense Bill Clinton a considerar en forma tentativa la restauración de las relaciones con Teherán, teniendo en cuenta que cualquier acercamiento tendría importantes consecuencias para países como Israel, Arabia Saudita y sobre todo Iraq, el rival de Irán, según diplomáticos occidentales.

Portavoces de la Casa Blanca y el Departamento de Estado señalaron que Jatami no llegó a proponer un diálogo directo ni a denunciar el terrorismo, aunque elogiaron sus palabras de amistad.

Richard Murphy, ex subsecretario de Estado para Medio Oriente, declaró que la entrevista constituyó un paso adelante.

Murphy confía en que el intercambio cultural propuesto por Jatami tenga efecto y recordó que fue ese tipo de intercambio el que contribuyó a restaurar las relaciones diplomáticas con China en 1971. (FIN/IPS/tra-en/am/an/ml/ip/98

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