La Hidrovía Tieté-Paraná, que cruza áreas de gran desarrollo agrícola en Brasil, se completó el jueves 15 con la inauguración de la esclusa de Jupiá, perimitiendo abaratar los transportes entre los mayores mercados del Mercosur, Sao Paulo y Buenos Aires.
La extensión navegable pasa de 1.100 a 2.400 kilómetros en los ríos Paraná, Tieté, Piracicaba, Grande y Paranaíba. El Tieté cruza casi todo el estado de Sao Paulo hacia el oeste, desembocando en el Paraná, que sirve de frontera entre Brasil y Paraguay antes de entrar en Argentina.
La hidrovía unirá cinco estados brasileños -Sao Paulo, Paraná, Mato Groso do Sul, Minas Gerais y Goiás- a los dos otros países del Mercosur, bloque integrado también por Uruguay.
Para implantarse tuvo que superar por lo menos diez obstáculos representados por las barreras construidas para generación de hidroelectricidad. La de Jupiá, en el Rio Paraná, obtoene su esclusa 24 años después de concluida la central hidroeléctrica.
Aun incompleta, la hidrovía pudo transportar 5,7 millones de toneladas el año pasado, especialmente de productos agrícolas, combustibles, fertilizantes y material de construcción, según la Agencia de Desarrollo Tieté-Paraná (ADTP).
Dentro de 15 años se espera ampliar ese volumen a 20 millones de toneladas anuales.
"Será un nuevo salto en el Mercosur", señaló Michel Abdo Alaby, dirigente ejecutivo de la Asociación de Empresas Brasileñas para Integración en el Mercosur (ADEBIM). "La reducción de costos alcanzará 35 por ciento en relación a otros medios de transporte", evaluó.
Para impulsar de forma plena la integración, sin embargo, tal hidrovía enfrenta un "gran problema", la barrera de Itaipú, la fronteriza central hidroeléctrica compartida por Brasil y Paraguay en el Rio Paraná. Son ms de 120 metros de altura, cinco veces el tamaño del obstáculo en Jupiá.
Construda en los años setenta, Itaipú no tenía previstas esclusas. Eran otras las relaciones entre Brasil y Argentina, de conflictos y desconfianzas que impedían siquiera sospechar que algn día esos dos países se uniran en el Mercosur.
La central hidroeléctrica era parte de las disputas geopolíticas en el Cono Sur.
Ahora construir las esclusas costará por lo menos 1.000 millones de dólares, calcula Alaby. Hecha en conjunto con la barrera habría costado la mitad.
Pero hay un proyecto alternativo, de apertura de un canal entre los ríos Paraná y Paraguay, en territorio paraguayo, que podría hacerse con unos 500 millones de dólares, añadió el dirigente de ADEBIM.
"Hasta el 2000 habrá una solución para superar la barrera de Itaipú", pronosticó, argumentando que existe mucho interés internacional en la cuestión.
Otro problema es que la hidrovía no llega a las puertas de Sao Paulo, el gran centro económico e industrial brasileño, observó Aziz Ab Saber, geógrafo del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Sao Paulo.
Ello limita la posibilidad de impulsar la circulación de productos industriales, de mayor valor agregado, señaló. Desde los años cincuenta, Ab Saber destacaba las ventajas de ese medio de transporte para ciertas regiones de Sao Paulo, pero preveía también las dificultades de su implantación.
El retraso de más de cuarenta 40 años se debió en parte a "la interferencia de otro proceso, el desarrollo de autorutas, que hipertrofió el transporte por camiones en Brasil, en desmedro también del ferrocarril, lamentó el geógrafo y ambientalista.
Ab Saber tiene "dudas" sobre los beneficios del Mercosur, sobre sus posibilidades de "incrementar el flujo de riquezas en favor de todos", pero reconoció que el avance de la integración fu decisivo para completar la hidrovía Tieté-Paraná.
Las obras necesarias a la navegabilidad de los ríos costaron cerca de 1.500 millones de dólares en tres décadas. La esclusa de Jupiá, paralizadas por más de 20 años, no eran prioridad del gobierno estadual de Sao Paulo, responsable de la obra.
Pero el presidente Fernando Henrique Cardoso la incluyó entre los 42 proyectos prioritarios de su programa "Brasil en Acción" y le aportó 45 millones de dólares.
La hidrovía impulsa una ola de inversiones en infraestructura a lo largo de los ríos. La ADTP estima que alcanzarán 5.000 millones de dólares en los próximos cinco años.
Además las nuevas perspectivas económicas en la región hacen factibles 140 proyectos de negocios privados estimados en 120.000 millones de dólares.
La consecuencia es una "migración económica, se implantarán nuevos centros de producción y de tecnologías en el interior", descongestionando Sao Paulo y el puerto de Santos, pronosticó Alaby. (FIN/IPS/mo/dg/if/98