Las negociaciones por la constitución del Area de Libre Comercio de América (ALCA) corren peligro debido a la falta de aval del Congreso de Estados Unidos, pero tampoco resulta claro si el Mercosur está dispuesto a impulsarlas, según expertos.
Muchos grupos en el Mercosur (Mercado Común del Sur, constituido por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) no están interesados en una zona de libre comercio continental, dijo José Manuel Salazar, ministro de Comercio Exterior de Costa Rica, país que actualmente preside las conversaciones en torno del ALCA.
Sin embargo, el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso "lideró cambios muy importantes" en su país "y podría tomar una decisión por encima de los intereses de grupos", expresó Salazar.
Tanto Salazar como el economista Thelmo Vargas atribuyen la falta de interés de los empresarios brasileños en el ALCA a la gran dimensión del mercado interno.
Salazar recordó que el Mercosur mantiene un sistema de atracción de inversiones basado en la protección del mercado interno para las empresas que decidan instalarse en esos países. Pero ese modelo se agotará en el mediano plazo, vaticinó.
Peter Smith, economista de la estadounidense Universidad de Berkeley, dijo que la postergación del lanzamiento de las negociaciones en torno al ALCA en la cumbre que se celebrará en abril en Santiago "será un duro golpe para las relaciones entre Estados Unidos y América Latina".
Los presidentes del continente pretenden lanzar entonces las negociaciones de forma oficial. Pero las circunstancias actuales plantean muchas dudas sobre el punto.
Smith dijo en Costa Rica, en el transcurso de una conferencia para periodistas, que el no lanzamiento "no será el fin del mundo para América Latina, región que podría hacer muchas cosas distintas".
Para el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, "será un desastre", pero "para América Latina será vivir en un mundo multilateral con relaciones diferentes", dijo.
Smith considera que Clinton no abandonará la búsqueda del "fast track" (vía rápida, potestad de negociar que excluye la modificación legislativa de los puntos acordados), pero no se esforzará mucho porque no querrá perder dos veces.
En esa situación, el experto visualiza varios escenarios para el libre comercio en la región. El primero de ellos, que Estados Unidos decida quedarse con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), que lo une a México y Canadá, y nada más.
El segundo, un acceso gradual de otros países al TLC para lograr a largo plazo la incorporación de todos. El tercero, facilitar un acceso parcial al TLC a unos pocos países, pero esta posibilidad constituiría un gran peligro para el hemisferio.
Un cuarto escenario combinaría el TLC con el Mercosur. El quinto y último, que Estados Unidos decida hacer un esfuerzo para fortalecer la Organización Internacional de Comercio y que el presidente solicite al Congreso el "fast track" para negociar a través de esa organización.
Frente a todas estas posibilidades, a los países pequeños les quedan como opciones el fortalecimiento de sus relaciones con polos económicos fuera del hemisferio, la consolidación de esquemas regionales y el fortalecimiento de relaciones con México y Canadá, según Smith.
Salazar dijo que los países latinoamericanos están en plena capacidad para seguir con el proceso de integración sin Estados Unidos, pero eso no sería el ALCA, sino otra cosa.
A su vez, dijo, América Latina debe tener en cuenta que Estados Unidos representa el 85 por ciento del producto interno bruto de América, mientras Brasil, la segunda economía del continente, apenas reúne seis por ciento, y todo el Mercosur suma nueve por ciento. (FIN/IPS/mso/mj/if/98