El temor a un flujo masivo de refugiados kurdos de Turquía puso en alerta a la Unión Europea (UE) y provocó roces entre algunos de sus miembros.
La llegada a Italia y Grecia, en diciembre, de barcos cargados de refugiados kurdos que solicitaron asilo político debido a su persecución en Turquía enfureció al gobierno de Alemania.
Bonn entiende que la mayoría de los solicitantes solo aspiran a unirse a sus familiares y amigos. En Alemania ya hay medio millón de refugiados kurdos.
El ministro alemán del Interior, Manfred Kanther, opinó que los cientos de kurdos que llegaron en diciembre no escaparon del conflicto en el sudeste turco, sino que son inmigrantes ilegales que procuran aprovecharse de las fronteras abiertas de Europa.
Kanther ordenó reforzar el control de las fronteras y pretende que Italia, Turquía y Grecia hagan lo mismo.
Por otra parte, grupos europeos defensores de los derechos humanos advirtieron que la medida sugerida por Alemania podría desencadenar una reacción xenofóbica y radicalizar aun más a los partidos políticos de extrema derecha.
"La preocupación de los políticos y la UE debería concentrarse en la protección de los refugiados, y no en la protección contra los refugiados", observó Peter Baneke, secretario general del Consejo Europeo de Refugiados y Exiliados (ECRE).
Friso Roscam Abbing, representante de ECRE ante la UE, dijo a IPS que las referencias a migraciones "masivas", "crisis" y "flujos incontrolables" inducen a error.
Los 3.000 kurdos que llegaron a Italia en diciembre "no se comparan en forma alguna a ningún movimiento importante de refugiados", señaló, y añadió que "el uso de tales palabras por ministros de Alemania casi equivale a promover la xenofobia".
Unas 224.000 personas solicitaron asilo político en la UE en 1996, la mitad de ellas solo en Alemania, de acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
En Turquía, los kurdos se indignaron ante la reacción de la UE. Mahmut Ozgur, presidente de la Asociación de Emigrantes, declaró en Estambul que tanto las autoridades turcas como la UE ignoraron el problema de la migración kurda durante años.
"Antes de que los recientes hechos llamaran la atención de Europa hacia la migración kurda, cientos perecieron ahogados en las aguas del Egeo", dijo a IPS.
"Nadie se dio cuenta de aquellos que murieron a causa de minas terrestres o ahogados en el río Meric en la frontera entre Turquía y Grecia", agregó Ozgur.
ECRE sostiene que los gobiernos tienen la responsabilidad, establecida en el derecho internacional, de admitir a los solicitantes de asilo y estudiar sus solicitudes. Italia ya anunció que cumplirá con esta obligación.
Mientras, la Comisión Europea elabora un plan de acción que será considerado el día 26, cuando se reúna el Consejo de Ministros, informó Chris Sainty, portavoz de la cancillería británica. Gran Bretaña ocupa actualmente la presidencia rotativa de la UE.
En su forma actual, el plan de acción tiene como objetivos detener el "tráfico" de inmigrantes, establecer una política exterior que tenga en cuenta los motivos de la inmigración y brindar ayuda humanitaria y económica.
También está en discusión una política a más largo plazo para aclarar las normas sobre la protección temporal de los refugiados que llegan en forma masiva y repentina.
"La mayoría de los estados miembros tienen programas de protección transitoria, pero todos varían entre sí y se aplican de forma diferente", señaló una portavoz de la Comisión.
"La propuesta de la Comisión cubrirá normas básicas relacionadas con el derecho de los refugiados al contacto con sus familias, a la educación, al bienestar social, a la atención médica y al trabajo", añadió. (FIN/IPS/tra-en/aw/ns/nm/rj/ml/hd ip pr/98
