La buena marcha de la economía española, la crisis del opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y una política estable frente a la organización armada vasca ETA, fortalecen el gobierno del centroderechista José María Aznar.
Si se realizasen elecciones generales ahora, el gobernante Partido Popular (PP) lograría casi seis puntos de ventaja sobre el PSOE, el doble que en marzo de 1996, cuando desplazó del gobierno a los socialistas.
Una encuesta de la consultora privada Sigma Dos, que el diario El Mundo comenzó a publicar el domingo y completará este martes, indica además que para 44,1 por ciento de los españoles, la situación económica ha mejorado. Ese porcentaje duplica el registrado un año antes.
Otros factores influyen en la mejora de las expectativas electorales del PP: la crisis del PSOE, el éxito del diálogo social y la política frente a la organización ilegal ETA y el independentismo vasco.
El PSOE, que en seis meses bajó otro punto en sus expecativas de voto, acusa la ausencia de un liderazgo definido y la sombra de la justicia, que ha fallado en un caso de corrupción e instruye procesos por la guerra sucia contra los independentistas vascos.
Felipe González, quien condujo el PSOE desde 1974 a 1996 y fue presidente del gobierno entre 1982 y 1996, renunció a la secretaría general del partido en 1996. Pero su sucesor en el cargo, el diputado Joaquín Almunia, no ha logrado reemplazarlo en el liderazgo, ni en el partido ni en las preferencias de los electores.
El Tribunal Supremo de Justicia condenó en diciembre a seis dirigentes del PSOE por haber cobrado comisiones ilegales a empresas, a cambio de favores oficiales. El dinero, según admitieron fuentes socialistas, fue destinado a financiar campañas electorales.
Pero la etapa judicial más dura se producirá en el primer semestre de este año. El Tribunal Supremo deberá fallar en uno de los procesos por la guerra sucia, en el que están imputados y en libertad provisional bajo fianza José Barrionuevo, ex ministro del Interior de González, y una veintena de sus colaboradores.
En la opinión de los electores influye también el éxito del PP en el diálogo social, ya que el partido gobernante logró en 1997 un acuerdo sobre política de empleo con los sindicatos y la central empresaria.
En 13 años de gobierno socialista ese acuerdo no fue posible, a pesar de que las dos centrales sindicales mayoritarias son de izquiereda: la Unión General de Trabajadores (UGT, dirigida por socialistas) y Comisiones Obreras (CCOO, dirigida por comunistas).
En los aspectos políticos, el factor más destacado en la encuesta es el apoyo al ministro del Interior, el vasco Jaime Mayor Oreja, el mejor valorado por los ciudadanos entre todos los miembros del gabinete.
La actuación más visible de Mayor Oreja es frente a ETA y el independentismo vasco, que se resume en pocas palabras: aumento de la eficacia policial, rechazo de cualquier recurso ilegal contra ETA y, a la vez, negativa a dialogar con esa organización mientras no abandone las armas.
El 52,3 por ciento de los encuestados piensan que el gobierno actúa bien frente a ETA. Y 66 por ciento entienden que el hecho más trascendente ocurrido en 1997 en España fue "la movilización popular contra el terrorismo".
Esa movilización fue particularmente masiva en julio, cuando millones de personas salieron a las calles para condenar a ETA por el secuestro y asesinato de un joven concejal del PP en el País Vasco, Miguel Angel Blanco.
Con estas perspectivas electorales, es posible que Aznar utilice el recurso constitucional de disolver el parlamento y anticipar las elecciones. Pero el jefe del gobierno dice que no lo hará, y que seguirá gobernando con la actual composición del parlamento, hasta agotar el plazo normal de la legislatura, en el 2000. (FIN/IPS/td/ff/ip/98
