La película cubana Guantanamera, prohibida en Cuenca, la tercera ciudad de Ecuador, podrá ser vista en todas las salas de cine de esa ciudad, según una resolución de las autoridades municipales.
La decisión del municipio de Cuenca, 440 kilómetros al sur de Quito, es una respuesta a las generalizadas protestas en todo el país a raíz de la censura de Guantanamera, la última obra del fallecido director cubano Tomás Gutiérrez Alea.
Guantanamera "pasará a la historia de nuestro país por haber conseguido un verdadero cambio en las políticas obsoletas y en la mentalidad de muchos ecuatorianos", dijo a IPS Rafael Barriga, director de una cadena de exhibición.
Cecilia Suárez, directora de Cultura de Cuenca, anunció que el municipio está dispuesto a incentivar la llegada de "cine de buena calidad y de amplia temática" a esa ciudad, y apoyar los proyectos locales y nacionales.
La Junta de Calificación del Municipio de Cuenca anunció la semana pasada que la exhibición de esta película estaba prohibida.
Arturo Ochoa, miembro de la Junta desde 1977, alegó que en Guantanamera "no existe argumento, los diálogos son incomprensibles y, además, no aparece la canción que lleva el nombre de la película, lo que es un engaño"l
Gremios de artistas e intelectuales, agrupaciones de homosexuales, empresarios y especialistas de todo el país criticaron la decisión y exigieron al alcalde de Cuenca, Fernando Cordero, que revocara la censura.
Pero el alcalde fue más allá y no sólo autorizó la proyección de Guantanamera sino que disolvió la Junta de Calificación.
"Creo que la sociedad cuencana exige un cambio en las políticas culturales del municipio y mi obligación es permitir ese cambio", declaró Cordero a la prensa local.
Guantanamera ha sido considerada por la crítica internacional como un "road movie" (película de carretera) cubano, con un argumento simple de amor, que contiene una implacable crítica a la burocracia de ese país caribeño.
Ulises Estrella, director de la Cinemateca Nacional, comentó a IPS que la censura, "más allá de los argumentos técnicos y estéticos, que no existen en la Junta de Calificación, se debió a una cuestión moralista".
Gutiérrez Alea, "es sin duda uno de los mejores directores de cine de nuestro continente y siempre fue crítico de las sociedades con mentalidad estrecha, algo que quizás molestó a los censores de nuestro país", añadió.
Estrella manifestó que "la censura no debe existir y la calificación de una película, que es donde se determina el público que puede apreciarla (menores o mayores de edad) tiene que realizarse por gente especializada".
En 1990, el municipio de Quito prohibió la película "La última tentación de Cristo", del director estadounidense Martin Scorcese. (FIN/IPS/mg/ag/cr/98