Declaraciones públicas en las que reivindicó la represión durante la última dictadura argentina (1976-83) le valieron al marino Alfredo Astiz una ola de repudios y presentaciones judiciales por apología el crimen, y su arresto inmediato por 60 días en una unidad militar.
El presidente Carlos Menem, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, instruyó al ministro de Defensa para que ordene al jefe de la Marina aplicar "la máxima sanción" a Astiz, que había sido pasado a retiro hace poco más de un año por su responsabilidad en el crimen de dos monjas francesas en 1976.
Una hora después del pedido presidencial, el marino fue sancionado con un arresto por 60 días en una unidad militar.
Por su parte, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, que había reclamado al presidente el "arresto inmediato" de Astiz, presentó ante la justicia un pedido de juicio por "apología del crimen y amenazas", además de una solicitud de investigación.
En la primera entrevista en más de 20 años, el ex capitán de fragata confesó al semanario Tres Puntos que la Armada le enseñó a "destruir, no a construir", a matar, poner bombas e infiltrarse.
De Menem dijo que es el peor presidente y del jefe del Ejército, general Martín Balza, que hizo una autocrítica sobre la represión, que es "un cretino".
También dijo que él es el hombre "mejor preparado" de la Marina "para matar a un político o a un periodista", pero que no lo hace porque no quiere.
En cuanto al asesinato del periodista José Luis Cabezas, que causó gran impacto en la sociedad desde que se cometió hace un año por la brutalidad con que fue ejecutado, dijo que "no es para tanto".
Las declaraciones de Astiz llegaron una semana después que un grupo de legisladores presentara un proyecto para derogar las leyes de punto final y obediencia debida.
También tras pocos días del polémico anuncio de Menem de levantar un monumento a la unidad nacional en la Escuela de Mecánica de la Armada donde funcionó una prisión clandestina con más de 4.000 prisioneros.
"No me extraña que Astiz haga estas declaraciones después que el presidente respalde a la Armada diciendo que va a destruír la Escuela de Mecánica, a pesar de nuestros reclamos para que se conserve ese edificio como símbolo del terrorismo de Estado", declaró Graciela Alois, dirigente de la asociación Familiares de Desaparecidos.
Las leyes de amnistía permitieron en 1985 el archivo de procesos judiciales de un millar de militares como Astiz. El diputado Juan Pablo Cafiero, uno de sus promotores, señaló este jueves que las declaraciones del marino demuestran la necesidad de condenar a esos militares que confiesan "no estar arrepentidos de nada".
"A mí me conviene el caos, sé moverme mejor en el caos, pero yo apuesto a este sistema porque creo en la democracia", declaró Astiz en la entrevista.
Como prueba de su apego al sistema aseguró que un grupo de camaradas va a verlo "todos los días" para pedirle que lidere un levantamiento" y que él les dice que no se puede, pero advirtió que "ya no les puedo explicar más".
Admitió que en los años setenta, la Marina secuestraba, torturaba y mataba a prisioneros y aseguró que "los limpiaron (asesinaron) a todos porque no había otro remedio".
Sin embargo rechazó que haya 30.000 desaparecidos como denuncian los organismos humanitarios y dijo que "la cifra no pasa de 6.500".
Astiz fue uno de los más activos militares en la represión ilegal de la última dictadura, pero cuando la justicia argentina había recogido pruebas para su condena, el Congreso sancionó las leyes de punto final y obediencia debida que archivaron los procesos a más de un millar de militares que actuaron durante el régimen.
No obstante, Astiz había participado en crímenes de extranjeros, como las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Dumond. Por ese delito fue juzgado en ausencia por un tribunal de París y condenado a reclusión perpetua, por lo que no puede salir del país sin ser detenido por Interpol.
Menem pidió el pase a retiro de Astiz en 1995, por presión del gobierno de Francia. Pero antes había convalidado su solicitud de ascenso ante el Senado, y las declaraciones elogiosas del jefe de la Armada, que provocaron un conflicto diplomático con la embajada de Francia.
La decisión de Menem fue adoptada días antes de su visita oficial a Francia. Un año después, el presidente de ese país, Jacques Chirac, durante su visita a Argentina, calificó a Astiz de "asesino" y admitió su malestar porque la justicia no pueda apresarlo debido a la protección legal de la que goza.
También Astiz participó en el crimen de la joven sueca Dagmar Hagelin, hija del diplomático Ragnar Hagelin, quien declaró declaró este jueves desde Suecia que no se sorprende por las declaraciones del marino.
"Es un criminal, un hombre que participó activamente en el peor genocidio de la historia argentina", dijo.
"El dice que está preparado para matar a un político o a un periodista, porque son personas inermes, cmo cuando secuestró a las monjas o a mi hija junto a otros inocentes, pero cuando tuvo que defender a Argentina en una verdadera guerra, frente a gente preparada para eso, se rindió sin disparar un tiro como un cobarde", recordó.
Hagelin aludió así a la participación de Astiz en la guerra de Malvinas en 1982. El marino comandó la invasión a las pequeñas islas Georgias y se rindió antes de comenzar la batalla.
La imagen de Astiz entregándose a la Marina inglesa dio la vuelta al mundo y hasta permitió a algunos sobrevivientes de la represión identificarlo como su secuestrador.
"Mi esposa lo reconoció en Suecia cuando se entregó en las islas", declaró Jorge Ocampo, un hombre que intentó hace pocos meses golpear a Astiz al reconocerlo en Buenos Aires, tras un exilio de casi 20 años.
Durante la represión, Astiz irrumpió en la casa de Ocampo, ató a la esposa a una silla y la golpeó brutalmente para que dijera dónde estaba su marido.
"Cuando mi hija de cuatro años se acercó llorando, él la levantó de los pelos y la tiró", recordó el hombre, que entonces debió exiliarse en Suecia, donde viven actualmente sus cinco hijos.
Astiz es el militar que más veces fue agredido en la calle. En el último año fue escupido por una joven en una discoteca, en la provincia de Entre Ríos, fue atacado a golpes de puño por un joven en la ciudad turística de San Carlos de Bariloche, y otro le rompió el parabrisas del auto en Buenos Aires.
Decenas de veces, los comensales de diversos restaurantes se retiraron ante su llegada, y lo mismo ocurrió este año en el casamiento de un miembro de la Armada en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, cuando un grupo de invitados decidió abandonar la boda al identificarlo como uno de los convidados.
Astiz es una figura odiada no sólo por haber actuado directamente en los crímenes sino por haberse infiltrado en organismos de familiares que buscaban a los desaparecidos.
El marino se hacía pasar por un pariente damnificado y así señalaba a sus víctimas. (FIN/IPS/mv/dg/ip-hd/98