El papa Juan Pablo II llamó hoy a todos los cubanos a abrir "sin miedo su corazón a Cristo", en el primer mensaje de su visita pastoral al único país socialista del continente americano.
"Dejen que él (Cristo) entre en sus vidas, en su familia, en su sociedad, para que todo así sea renovado", dijo el pontífice, en un acto totalmente inimaginable en la isla hace sólo unos años.
Observado de cerca por el presidente Fidel Castro, el Papa explicó que su visita tiene el propósito de dar impulso a la Iglesia Católica en la isla, que ha mantenido su labor evangélica "aún en medio de dificultades".
Espero que la Iglesia Católica encuentre "el espacio necesario para seguir sirviendo a todos", dijo.
Cuba vive por primera vez en las últimas cuatro décadas un verdadero ambiente de apertura religiosa, que fue favorecido por la reforma constitucional de 1992 y cobró fuerza en el año preparatorio de la visita de Juan Pablo II.
Sin embargo, la posibilidad real de un diálogo entre la Iglesia Católica y el Estado no fue reconocida hasta esta semana por el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega.
Decenas de miles de personas acudieron a saludar a Juan Pablo II a las áreas aledañas al aeropuerto internacional José Martí y a las calles que el Papa recorrió hasta la sede de la nunciatura apostólica (embajada del Vaticano).
"Se oye, se siente, el Papa está presente", coreaban los asistentes.
La visita de Juan Pablo II a la isla se prolongará hasta el próximo domingo, incluirá cuatro misas públicas, una reunión con Castro y entrevistas con intelectuales, enfermos y religiosos.
"Si alguna vez surgieron dificultades (con la Iglesia) no fue por causa de la Revolución", afirmó Castro en su discurso de bienvenida, y subrayó que "el respeto hacia creyentes y no creyentes es un principio de los revolucionarios cubanos".
"Cuba le ofrece un pueblo con menos desigualdades, menos ciudadanos sin amparo, menos niños sin escuela, menos enfermos sin hospitales, más maestros y más médicos que en cualquier otro país del mundo que haya visitado", dijo el presidente.
Sin aludir directamente al bloqueo que Estados Unidos aplica a Cuba desde 1962, Juan Pablo II advirtió que los cubanos "deben ser los protagonistas de su propia historia nacional y personal".
Quisiera, agregó, que "Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba para que este pueblo, que trabaja por salir adelante, pueda mirar el futuro con esperanza". (FIN/IPS/da/ff/ip cr/98
