CUBA: Castro envió original invitación a Clinton

El presidente cubano Fidel Castro envió un inusual mensaje a su par de Estados Unidos, Bill Clinton, que fue más allá de una invitación a visitar la isla caribeña e incluyó la posibilidad de hablarle a su pueblo.

"Si el señor Clinton quisiera venir a Cuba para hablarnos de capitalismo, de neoliberalismo, de globalización, de democracia, no le pondríamos ninguna objeción", dijo Castro este sábado a periodistas cubanos.

Agregó que las autoridades pondrían a disposición del presidente estadounidense todas las emisoras de radio y televisión si incluso viniera a proponer las supuestas bondades de las recetas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Castro expresó su disposición en las primeras horas de este sábado durante una conferencia que se inició la noche del viernes y se transmitió en vivo a todo el país por los dos canales de la televisión estatal.

El gesto del mandatario cubano sucedió a la decisión de Clinto de postergar por cuarta vez consecutiva la aplicación del título III de la ley Helms-Burton, que endurece las sanciones económicas contra este paísm socialista.

La postergación, anunciada este viernes, alejó en otros seis meses el derecho de los ciudadanos estadounidenses que fueron dueños de propiedades nacionalizadas en Cuba a llevar ante los tribunales a personas o empresas de terceros países por "traficar" con esos bienes.

La Habana y Washington vivieron en el último año un aumento de las tensiones bilaterales, a tal grado que expertos locales auguraron que el conflicto entre los dos países podría llegar a uno de los puntos más candentes de las últimas décadas.

Como complemento de la ley Helms-Burton, Clinton presentó a inicios de 1997 un plan de apoyo para una transición democrática en la isla que generó una fuerte reacción por parte del gobierno cubano.

La Habana acusó a Estados Unidos de agresión biológica, de abuso diplomático por introducir ediciones subversivas y de inmiscuirse en asuntos internos de este país por prometer ayuda técnica y financiera a sectores de la oposición ilegal.

Washington, por su parte, emprendió una ofensiva para lograr el apoyo de los gobiernos de América Latina y el Caribe en su política de aislamiento contra Cuba y cuestionó el sistema judicial en la isla.

La invitación a Clinton, interpretada por algunos analistas como un gesto irónico hacia un gobierno considerado "el enemigo número uno de Cuba", fue lanzada en medio de un análisis de la visita este mes del Papa Juan Pablo II.

"El Papa sí se atreve a venir y sí puede venir, y puede reunirse con nuestros compatriotas y hablarles", comentó Castro..

Sin embargo, opinó, un presidente de Estados Unidos, con sus armas nucleares, cohetes, armas sofisticadas, no se atrevería a venir a este país para ver lo que pasa realmente o pronunciar un discurso a los cubanos.

Castro afirmó que, por regla, nunca ha habido presidentes estadounidenses ilustres y que éstos no representan doctrinas, no albergan concepciones espirituales, ni conviccciones profundas, sino que son representantes de un imperio y consagran su vida a esa tarea. (FIN/IPS/da/dg/ip/98

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