Los líderes de la coalición oficialista de Chile se reunieron hoy con el presidente Eduardo Frei, para plantearle un énfasis de la política social del gobierno y retificar el compromiso de llevar un candidato único en las próximas elecciones presidenciales.
Estos fueron algunos de los acuerdos centrales del cónclave que sostuvieron este viernes en Las Vertientes, un balneario cordillerano aledaño a Santiago, los dirigentes de la gobernante Concertación por la Democracia y los principales ministros.
Esta es la primera reunión de este tipo desde las elecciones parlamentarias del 11 de diciembre último, en las que la coalición de centroizquierda bajó su votación en cinco por ciento respecto de los anteriores comicios legislativos de 1993.
La cita en Las Vertientes permitió asimismo un análisis de la política gubernamental en el marco de las dificultades que se prevén para este año como consecuencia del impacto en Chile de la crisis asiática.
En el encuentro, de un fuerte tono autocrítico, participaron los líderes de los partidos Demócrata Cristiano (PDC), Por la Democracia (PPD), Socialista (PS) y Radical Socialdemócrata (PRSD), fuerzas fundamentales de la coalición.
Fueron invitados también los partidos Alianza de Centro y Mapu Obrero-Campesino, dos socios menores de la Concertación por la Democracia que no cuentan con representantes en el parlamento.
La pérdida de apoyo electoral en las últimas elecciones legislativas recayó casi exclusivamente en el PDC, el partido mayoritario de la coalición, al cual pertenecen Frei y el anterior Presidente de la República, Patricio Aylwin (1990-94).
El retroceso democristiano puso en tela de juicio el "mejor derecho" de ese partido a que el candidato presidencial de la Concertación para las elecciones de diciembre de 1999 sea un hombre de sus filas.
En cambio, aumentaron las posibilidades del actual ministro de Obras Públicas, Ricardo Lagos, líder natural del bloque que conforman el PS y el PPD, quien figura como favorito en todas las encuestas presidenciales.
Los últimos comicios legislativos marcaron también un ascenso de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido de la oposición derechista que más se identifica con la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).
Este hecho fortaleció también la imagen del casi seguro candidato presidencial de la UDI, Joaquín Lavín, un emprendedor y modernista alcalde del municipio santiaguino de Las Condes, que concentra a la población de mayores ingresos del país.
La resistencia de la directiva del PDC a Lagos planteaba el riesgo de que el oficialismo no pudiera acordar internamente un candidato presidencial común y que entregara la decisión a la ciudadanía en los comicios del 11 de diciembre de 1999.
La Constitución chilena establece el mecanismo de la segunda vuelta entre los dos candidatos más votados en una elección presidencial en caso de que ninguno de los postulantes obtenga mayoría absoluta, más de 50 por ciento, en la primera vuelta.
Tanto Aylwin en 1989 como Frei en 1993 triunfaron con amplia mayoría absoluta, como candidatos únicos de la Concertación por la Democracia. El primero fue elegido por consenso y el segundo derrotó en primarias internas a Lagos.
En la reunión de este viernes en Las Vertientes, la coalición acordó constituir un equipo de trabajo que propondrá el mecanismo para la elección del candidato único, que podría consistir nuevamente en comicios primarios.
El PDC tendrá que resolver previamente sobre su precandidato presidencial, en una competencia en que aparecen hasta ahora los senadores Gabriel Valdés y Andrés Zaldívar, y el alcalde del municipio de Santiago-Centro, Jaime Ravinet.
De acuerdo a las últimas elecciones legislativas, la Concertación por la Democracia cuenta aún con más de 50 por ciento de los votos, contra 37 por ciento que alcanzó el pacto derechista de la UDI con el Partido Renovación Nacional.
Las posibilidades de que el oficialismo mantenga e incremente ese apoyo, o lo pierda en beneficio de la derecha, dependerán en gran medida de la capacidad que el gobierno de Frei muestre para contrarrestar el impacto de la crisis asiática.
Los líderes del oficialismo respaldaron los planteamientos de Frei en el sentido de reforzar la política social, pero no elevaron propuestas específicas sobre esa materia, ni tampoco sobre el manejo de las políticas fiscal y financiera. (FIN/IPS/ggr/ag/ip/98
