Los habitantes de Chile saben que el fenómeno del Niño es culpable del ardiente verano con el cual se inauguró 1998, mientras asisten al espectáculo de una inusual perturbación política, causada por el "efecto Pinochet".
"Hay una Constitución y está en ejercicio", advirtió este jueves el comandante en jefe del ejército, el ex dictador Augusto Pinochet (1973-90), al reiterar su derecho a asumir como el primer senador vitalicio de la historia de Chile, un hecho que conmociona a sus opositores.
En medio de un escenario de tensión política, el gobierno convocó este jueves al palacio presidencial de La Moneda a los jefes de los partidos que integran la gobernante Concertación de Partidos por la Democracia, que agrupa a democratacristianos, socialistas y socialdemócratas.
Según trascendió, el objetivo fue analizar las perturbaciones generadas por la próxima llegada de Pinochet al parlamento, agravadas luego que el general comunicará la postergación de su retiro al frente del Ejército, previsto para el día 26.
La polémica se agudizó después de una agitada sesión de la Cámara de Diputados realizada este miércoles, que incluyó el retiro del enfervorizado público, la salida de los parlamentarios de derecha que reivindican la dictadura y una avalancha de recriminaciones políticas.
Algunos dirigentes de la Concertación plantean realizar una acusación constitucional contra Pinochet, mientras el gobierno recomienda cautela y los representantes de la oposición derechista califican la reacción contra el ex dictador de irresponsable e infantil.
El ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, admitió que las relaciones cívico-militares atraviesan por un momento delicado.
Lo que se mantiene como una incógnita es la fecha del retiro de Pinochet, aunque su decisión de postergarla tiene un límite, el 11 de marzo próximo, cuando según la ley vence su período al frente del Ejército.
Su llegada al Congreso está prevista por la Constitución vigente, aprobada en 1980 en plena dictadura militar, donde se establece este destino para todos los presidentes que hayan cumplido períodos completos de seis años.
Por esa razón el mandatario actual, Eduardo Frei, será senador vitalicio cuando termine su período el año 2000, pero este derecho no fue aplicable a Patricio Aylwin, el primer presidente democrático posdictadura, quien sólo ocupó el cargo durante cuatro años, de 1990 a 1994.
El gobierno, que mantiene una posición de cautela a la espera del retiro de Pinochet, considerado como un hecho clave para determinar el fin de la denominada "transición a la democracia", reiteró este jueves su convicción de que no existen situaciones de gravedad.
"Las relaciones son institucionales", dijo el ministro Secretario General de Gobierno, José Joaquín Brunner, al descartar tensiones cívico-militares. Pero, al mismo tiempo, admitió que la postergación del retiro decidida unilateralmente por Pinochet "genera una situación que no es la más positiva".
"Todos los actores tienen que colaborar para que podamos culminar el traspaso de mando sin problemas", dijo Brunner.
Entretanto, en el palacio de La Moneda se informó sobre una inminente reunión entre Frei y Pinochet, que serviría para conversar sobre el retiro del general.
La polémica contribuye a agitar semanas que habitualmente son mucho más tranquilas, pues se inicia el período vacacional que este año también está perturbado por repercusiones económicas de la crisis financiera asiática" y la influencia del Niño.
Mientras la gente habla sobre la temperatura del océano Pacífico, el desplazamiento de masas de aire o la presencia de tortugas y tiburones martillo en las normalmente frías costas chilenas, diarios y televisoras se vuelcan al tema del efecto "Pinochet".
El general, entretanto, sigue adelante con su programa de despedidas, que lo lleva a cuarteles y asociaciones de partidarios a lo largo de todo el país.
La Fundación Pinochet, que defiende la obra e imagen del ex dictador, al que consideran como "el único gobernante exitoso que ha tenido Chile en el último tiempo", calificó la controversia política como "una opereta".
"Esta desprestigiando a nuestro país, y lo más grave es que está llegando al extranjero", advirtió el presidente de la Fundación, Hernán Briones. (FIN/IPS/lac/ag/ip/98
